Antes FRANCHY Y ROCA, SAN JUAN y DE LA PARROQUIA.
Desde el siglo XVI
aún siendo un cercado de tierra, es conocida popularmente como DE LA PARROQUIA. Era el solar
resultante de un cercado pisoteado que fue propiedad de Catalina Jiménez quien
lo donó a la Parroquia antes de 1556. Su más antigua mención documental la
encontramos en la descripción de las tierras que tiene el cura allá por 1556 «Yten tiene la dicha iglesia un sitio y solar de tierra pequeña que dejó
a la iglesia Catalina Ximénez que da por linderos tierras de la herrería y
el Camino Real por ambas partes, y al presente está arrendada por dos reales
cada año al padre Tomás Álvarez, cura, y no hay más título que la pacífica
posesión en que está la iglesia» (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, J.: Historia de la
Parroquia de San Juan Bautista de Arucas 1515-1817, Las Palmas de GC, 2013, p.
29).
Es sabido que Juan
Mateo de Castro heredó bienes que pertenecieron a su padre Juan Mateo Trujillo, y antes a su abuelo
Salvador Mateo de Armas,
distintos bienes que luego pasarían a ser los que fueron conocidos como Capellanía Grande y Capellanía Chica, que se
iniciaban en el perímetro de la actual plaza donde tenían sus casas de morada,
extendiéndose la primera hacia el naciente y llegando hasta la Hoya de San Juan y Barreto. La mujer de Salvador
Mateo, abuela del primero de los nombrados, se llamaba Antonia Jiménez de Cerpa, de donde puede deducirse que la donante Catalina Jiménez pudiera tener algún
parentesco con la misma dado que comparte las épocas, la localización de los
bienes y la devoción por la parroquia (CABALLERO MUJICA, F.:
"Aspectos de la vida religiosa en Fontanales", Anuario de Estudios Atlánticos Núm. 26, 1980, p. 399).
En los primeros
tiempos la parroquia lo arrendaba obteniendo recursos para su sustento, lo que se conocía en la antigüedad como la Fábrica de la Parroquia, pero
hubo mucho tiempo que quedó como un solar que era utilizado por la propia
parroquia cuando las donaciones por promesas se hacían en especies agrícolas donde eran depositadas.
La proximidad a la ermita de san Juan lo convirtió en el centro del entonces Lugar de Arucas convirtiéndolo en plaza
pública y allí llegó a impartirse justicia muy al uso en la antigüedad, pues se prohibió que se hiciera en la puerta de la ermita siguiendo la costumbre de antaño.
Se comenzó a
adecentar en 1852, obligando el ayuntamiento a los vecinos a amurallar los
solares no construidos en su perímetro y embaldosar las aceras de sus casas. En
1857 el alcalde Juan Ponce Marrero terminaba su ornato, utilizándose piedra de
la cantera de El Mirón para los estadales perimetrales y un pasillo central de
la plaza. A ambos lados de ese pasillo parece que hubo picón volcánico o
caracolillo apisonado (ZAMORA SÁNCHEZ, J.: La
Obra del Cronista, compilación de Juan Zamora Maldonado, Las Palmas de GC,
2003), p. 395).
Parece ser que del
pasillo central pavimentado se lo apropió la gente adinerada, y los que no
estaban en esa "aristocracia" caminaban
sobre los laterales apisonados, costumbre que se daba también en otros lugares
de la isla como Gáldar que tenía un marcado carácter aristocrático y clasista de los privilegios concedidos a dicha villa por los Reyes Católicos.
Sobre esa época,
dada la importancia que adquiría como plaza principal de la entonces Villa, título solicitado por el ayuntamiento presidido por el alcalde Antonio J. Ponce y Ponce y que alcanzó en el año 1846 en atención al gran desarrollo de su
agricultura y a que contaba a la sazón con unos cinco mil habitantes (Obra
citada, p. 278), paradójicamente el año que Arucas soportaba una gran hambruna
que hizo estragos en la población infantil (el 60% de los fallecidos eran
menores de diez años). Años después los miembros del Partido Viejo exigían al
alcalde Antonio González y González
que el proyectado ayuntamiento se
construyera en el lateral norte de esta plaza, dando frente a la ermita
de san Juan, pero al final se desestimó construyéndose en el lugar que
actualmente ocupa.
Es en ese último
cuarto del siglo XIX cuando ya se conoce como Plaza de SAN JUAN, y
debe su nombre a la advocación de la parroquia a san Juan Bautista desde la
fundación de la misma en 1502. En 1901 es cuando se remata totalmente su
construcción de cerramiento y pavimentación, siendo alcalde Pedro Marichal Álvarez. Tuvo iluminación
eléctrica en las fiestas de san Juan de 1904, con un tendido de cables desde la
dinamo (generador) de la Rica Fábrica
Azucarera de San Pedro.
En tiempos de la
Segunda República el pleno del Ayuntamiento presidido por el alcalde Nicolás
Lorenzo Fernández acordó nominarlo como Plaza de FRANCHY
Y ROCA, al ser elegido diputado por Las Palmas y poco
después designado Fiscal General del Estado, y en particular en reconocimiento por su asesoramiento
en la creación de la Federación Obrera de
Arucas que tuvo su sede en la actual calle
de Calvo Sotelo, incautada después por la dictadura franquista pasando a
convertirse en "Gota Leche".
Tras el golpe militar
y el inicio de la guerra civil, la Comisión
Gestora Municipal en su sesión de 2 de
octubre de 1936 adopta el acuerdo de nominarla nuevamente Plaza de SAN JUAN, aunque popularmente será conocida
como Parque de San Juan.
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Fuente:
"Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera de mi libro Silencios
rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el desflorillado
de la historia aruquense
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