Antes NUEVA
En 1928 esta calle era conocida con el
nombre de NUEVA, empedrada sobre
tierra bastante deteriorada y por ser una fuerte rampa se proponía «ensayar en ella el sistema de empedrado
sobre firme de mortero de cal, utilizando callao de naturaleza basáltica, de
quince centímetros de largo que acumula el mar en las playas, colocados de
punta y rellenos los huecos de una lechada de cal, arena y grava y un poco de
cemento» (JESÚS Y VELEZ-QUESADA, P.P.: Arucas,
hombres y hechos, Las Palmas de GC, 1984, p. 171).
Debió haber prosperado el ensayo, pues
fue el modelo que años después se utilizó en las calles de rampa, salvo la rampa
inicial de la calle San Juan
que tuvo un acabado de adoquines. El
adoquinado que presenta en la actualidad sustituyó en los años setenta del
pasado siglo el empedrado sobre mortero que se ensayó.
Con posterioridad se rotuló en memoria
de ANTONIO GONZÁLEZ, también
González de segundo apellido, quien fue alcalde en 1875, e interinamente en
1895. A su primer período se debe el inicio de la construcción del Ayuntamiento
y del proyecto del Mercado Municipal
(Obra citada, p. 110) y de la
plantación de laureles de Indias en la desaparecida Plaza de San Sebastián, que supuso uno de los mayores
cambios urbanos.
Tuvo una fuerte oposición a la construcción del ayuntamiento en el
lugar que actualmente ocupa, pues había un proyecto anterior que la situaba en
la Plaza de San Juan, frente a la antigua Iglesia el escrito de oposición
estaba firmado por sus opositores (ZAMORA SÁNCHEZ, J.: La Obra del Cronista, compilación de Juan Zamora Maldonado, Las
Palmas de GC, 2003, p. 272).
Antonio González y González había sido
2º Alcalde cuando ocupaba la alcaldía el fraile exclaustrado Luis Ponce y Ponce
en 1868, era tiempos en que en la entonces Villa el grupo de poder hegemónico
era conocido como el Partido Viejo,
que además controlaba la Heredad de Aguas que en esos tiempos ejercía un gran poder económico donde confluían muchos intereses.
Fue el año en que se
realizó la demolición de la ermita de San
Sebastián, en total estado de ruina y abandono por sus patronos y que de
alguna forma fue la "chispa"
que terminó por motivar al ya "quemado"
carácter del párroco Jose Antonio Rivero Mireles, que padeció la pérdida de su
estamento -entiéndase, poder local- y
de los buenos recursos económicos derivados de la propia desamortización de las
azadas de aguas de la Subacequia de San
Juan y de parte de los ingresos por la segregación de la parroquia de Firgas, además del nombramiento de un
maestro "público",
condición que la parroquia venía tutelando y percibiendo retribución por ello.
En esos años fue cuando el párroco
propició la creación de un "nuevo
casino" y una "nueva banda de música" lo que
comportaba la génesis de una nueva corriente de poder local político y económico que
sería llamado el Partido Nuevo.
Aunque no se conoce con certeza si en
dicha corriente política se integró Antonio González y González, determinados
hechos y circunstancias parecen que al menos fue alejándose de las líneas
marcadas por el Partido Viejo. Aunque
en 1872 por una perlesía cerebral queda paralítico el párroco Rivero y se ve
obligado a renunciar a su cargo, ya la lucha política en Arucas es de total
enfrentamiento aunque ninguno de los dos partidos estén en consonancia con la
agonizante Primera República. Ambos defendían sus intereses de grupo.
Restaurada la monarquía y proclamado rey
Alfonso XII en diciembre de 1874, en enero de 1875 el alcalde es Antonio
González y González, quien es denunciado por no llevar los libros de años
anteriores que correspondían al mandato de Pedro Castellano Ponce, por lo que
asume las funciones una gestora que en junio lleva Luis Ponce y Ponce, hasta
que en octubre es asumida de nuevo por Antonio González y González al ser
sobreseída la denuncia por no ser de su responsabilidad los hechos denunciados.
Le tocó a este buen Alcalde, por las
obras emprendidas, soportar el incendio intencionado de los archivos
municipales y además, como habíamos dicho, una fuerte oposición cuando tomó la iniciativa de
construir el Ayuntamiento en el lugar que actualmente ocupa, en contraposición
a los que promovían su construcción en la Plaza
de San Juan frente a la antigua Iglesia. El escrito de oposición lo
firmaban entre otros: Domingo Cabrera Barbosa, Rafael Ponce de Armas, Miguel
Grau Bassas, Francisco Blanco, Valentín Granados, Pedro Marichal Álvarez,
Esteban de Santa Ana, Carlos Medina, Francisco Ferrera González, y Luis Ponce y
Ponce (ZAMORA SÁNCHEZ, J.: La Obra del
Cronista, compilación de Juan Zamora Maldonado, Las Palmas de GC, 2003,p.
272). Huelga recordar que el último de los nombrados firmantes es el más
conocido del Partido Viejo.
Volviendo a la calle que recibió su nombre, las edificaciones
antiguas de la banda naciente de esta calle, son todas de planta baja, todas
ellas construidas en la primera mitad del s. XX, y las de la banda poniente son
de planta alta. La señalada con el número 3, fue donde se fundó por el
tinerfeño Constancio Fuentes González la Sociedad
de Trabajadores, después Sociedad
Atlántida, donde también estuvo la fugaz Sociedad Republicana, y fue llamada "Casa de los Miedos"
por los extraños ruidos que allí se oían, que según dicen desaparecieron cuando
allí se instaló el primer cuartel de la Guardia Civil. Según parece los
extraños ruidos se escuchaban cuando pasaba un camión pesado por la calle de León y Castillo, que se
transmitían a través de algún tubo volcánico de los muchos que atraviesan el
subsuelo de Arucas .
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Fuente: "Calles con historia como Penny
Lane", Parte Tercera de mi libro Silencios
rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el desflorillado de la
historia aruquense
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