jueves, 3 de julio de 2014

PAZ, DE LA (Parque)

Antes GENERAL FRANCO, FRANCISCO GOURIÉ, MARCELINO DOMINGO, y HUERTA DE JUAN CASTELLANO. 

Es el parque que enmarca la fachada sur del templo parroquial, entrada histórica de la ciudad y de su casco antiguo, que hasta el primer cuarto del siglo XX el lugar era conocido como HUERTA DE JUAN CASTELLANO, por ser propiedad privada consistente en casa y huerta del menor Juan Castellano Franchy, siendo su protutor Celestino González, penitenciario de la Catedral de Las Palmas (ZAMORA SÁNCHEZ, J.: La Obra del Cronista, compilación de Juan Zamora Maldonado, Las Palmas de GC, 2003, p. 349). Fue expropiada en 1929 por el Ayuntamiento presidido por el Alcalde Antonio Rodríguez Uribe por interés general.

Con posterioridad, el Ayuntamiento donó a la Parroquia parte del suelo donde se ubicaba la casa, sobre el que sería construida la Torre Mayor o Campanario de la iglesia de san Juan Bautista. La donación realizada fue reclamada por algunos vecinos que la consideraban lesiva para el interés general del municipio, y además consideraban que iba a ser destinada a sacristía o casa parroquial que podría ubicarse en los sótanos.

En 1917 ya se tenía la decisión de construir un parque público rematando así la fachada sur de la nuevo templo de san Juan Bautista. El Ayuntamiento con fecha 13 de abril de dicho año acordó dar el nombre de FRANCISCO GOURIÉ al parque cuando se terminara, pero hasta 1925 no sería redactado el proyecto por el arquitecto Rafael Masanet, quien había realizado un proyecto de Torre Campanario, que sería corregido después para la construcción de la Torre Mayor que se realizaría a partir de 1930.

Declarada la Segunda República, sobre 1935 cuando ya se había iniciado la primera fase de construcción de la Torre Mayor de la Iglesia -dos alturas de forjados-, el lugar era lo que quedaba de la huerta de su anterior propietario, y la corporación tomó el acuerdo de nominarlo con el nombre de MARCELINO DOMINGO, (Tarragona, 1884 - Toulouse/Francia, 1939), que en 1929 fundó el Partido Radical-Socialista y trabajó para la unión de las fuerzas de izquierda contra la Dictadura de Primo de Rivera y la Monarquía, firmando el Pacto de San Sebastián y comprometiéndose en la sublevación de Jaca. Pero la nominación del parque a su nombre venía justificada por su decidida participación en la mejora de la educación y de la agricultura.

Al proclamarse la República, Marcelino Domingo Sanjuán fue nombrado ministro de Instrucción Pública, con la ambiciosa política de construcciones escolares, mejoras y por la renovación pedagógica. Los que habían recibido instrucción en aquella primera Escuela Primaria pública de Arucas que tantos elogios recibió, habían aprendido del valor de la misma para defender las libertades. También fue redactor del Proyecto de Ley de Reforma Agraria que tanto afectaba a Arucas.

En 1931 el país contaba con 33.000 escuelas, y se precisaban para poder escolarizar a los españoles 27.000 más e incrementar la plantilla de maestros. Marcelino Domingo, como ministro de Instrucción Pública, se enfrascó en un plan quinquenal para construir 7.000 en el primer año y 5.000 escuelas los siguientes años. En el primer año se construyeron 9.000, y fue tal su perseverancia que la Segunda República fue también reconocida como "República de los Maestros". De más de 36.000 maestros, solamente 250 pertenecían a la primera categoría (GUTIÉRREZ CUADRADO, J., HERNÁNDEZ SANDOICA, E., y LUIS PESET, J.: "Educación y enseñanza", Enciclopedia de la Historia de España, Tomo 1: Economía. Sociedad, Barcelona, 1988, p. 590).

En el caso concreto de la provincia de Las Palmas, la estimación que hacía el Inspector Jefe de Primera Enseñanza Juan Rodríguez Santana «haciendo un cálculo de 50 niños por aula, harían falta 1.143 escuelas en toda la provincia, de las que solo existían 516, donde recibían educación apenas 22.975 niños de los 57.124 existentes en 1932, siendo necesarios para acoger a los 34.329 restantes, 621 nuevos centros. El esfuerzo comienza con la creación, en 1932, de 178 escuelas y estando pendiente de creación 74. Se pretendía extender la escolarización a los 3-4 años y para tal fin se ponen en funcionamiento 7 escuelas de párvulos en Las Palmas y una en Arucas» (MILLARES CANTERO, S.: "15 de noviembre de 1911. Noventa y seis años de la masacre de obreros de Arenales", Revista Canarii n. 6 (2007), Fundación Canaria Archipiélago 2021).

Habían pasado escasamente 76 días del golpe militar contra la República, en pleno inicio de la guerra civil, y la Comisión Gestora Municipal nombrada por el gobernador civil en su sesión de 2 de octubre de 1936 acataba sus órdenes de cambiar los nombres y designaciones de calles de «... nombres, símbolos de ideas que en su totalidad rechazan los buenos patriotas», buena muestra de la sistemática y estudiada campaña sicológica que se iniciaba desde los primeros momentos. Apresuradamente toman el acuerdo de cambiar su nominación para llamarlo PARQUE DE FRANCISCO GOURIÉ, y al mismo tiempo decidían quitarle este nombre a la calle que actualmente lo lleva para nominarla calle General Franco.

De alguna forma los poderes fácticos locales que años atrás eran correligionarios del todopoderoso mecenas Francisco Gourié Marrero en el antiguo partido de los "leoninos", consideraron una afrenta quitarle el nombre a su calle, pues no era lo mismo dar el nombre de un terreno que algún día podría ser un parque, pero que a dicha fecha, era un simple terreno donde no se podía poner ni una placa, cuestión que como ya se ha dicho había sido propuesta en 1917.

El día de Navidad 25 de diciembre de 1936, se reúne de nuevo Comisión Gestora Municipal y sin dar mayores explicaciones en el acta, toma el acuerdo de restituir el nombre de la calle Francisco Gourié y paralelamente nominar a este terreno como PARQUE DEL GENERAL FRANCO, si bien años después de su terminación sería llamado popularmente "Parque Franco". No ponemos en duda que muchas explicaciones debieron dar al gobernador civil por la eliminación del nombre de Franco a la calle.

Francisco Franco Bahamonde (Ferrol, 1892 - Madrid, 1975), conocido como Francisco Franco o simplemente Franco, fue un militar  dictador español, golpista integrante del pronunciamiento militar de 1936 que desembocó en la Guerra Civil Española. La ausencia de un ideario definido le permitió transitar de unas fórmulas dictatoriales a otras, rozando el fascismo en los cuarenta y las dictaduras desarrollistas en los sesenta de la mano del Opus Dei. Para no abundar en los datos biográficos, estudiados por muchos de una y otra tendencia, abreviaremos aquí algunos ilustrativos y desconocidos hitos del personaje que definen sus particulares fobias, al hilo de la historia constructiva de nuestro parque.

En los años siguientes de la dictadura, durante el mandato de los alcaldes Ramón Suárez Franchy y José Henríquez Pitti, no podía el Caudillo Franco quedarse con un rótulo (¿?) que señalaba tan sólo la huerta abandonada del huérfano Juan Castellano a quien se le había expropiado. Será en 1945 y después bajo el mandato del segundo, cuando se aprovecha el viejo proyecto del arquitecto del obispado Rafael Massanet para el parque, diseñado con dos plataformas por la diferencia de nivel del suelo. Rafael Massanet y Faus fue el primer Arquitecto Director del proyecto del Campanario de la Iglesia de Arucas, más conocido como Torre Nueva, aunque luego fue corregido el proyecto por el arquitecto catalán Vega March (CAMPOS ORAMAS, J.: La Iglesia de San Juan de Arucas en la estela del gótico catalán, Las Palmas de GC, 1999, p. 52).

Se realiza la alineación de las actuales calle León y Castillo y calle Reloj, ampliándose el ancho de la segunda con un muro de contención y rellenándose con hormigón el ensanche del pavimento para enrasar con el preexistente resto de adoquines prensados, y construyéndose la singular baranda perimetral del parque con piedra de Arucas. En la plataforma inferior se esboza una estructura radial de la jardinería, reservándose en su centro geométrico un vaso y acometida para la construcción de una fuente alegórica que nunca llegó a realizarse, justo encima de donde pasaba la Acequia Real cuyo cauce quedó cubierto.

En el centro de la plataforma superior se construyó una enorme cruz de piedra de cantería, emulando así la que se venía construyendo en la Sierra de Guadarrama (San Lorenzo del Escorial) que luego sería bautizado como el Valle de los Caídos o la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. En ésta de Arucas, su base reproducía el Yugo y las Flechas en sobre relieve, símbolos de la dictadura, con un texto alusivo al Alzamiento Nacional que ya no recordamos, al tiempo que las flores recortadas dibujaban un Viva España o un Presente, algo ya perdido también en nuestros recuerdos, voces muy usuales en la época para el régimen imperante.

El lugar fue el punto de encuentro donde cada 20 de noviembre se tributaba un homenaje floral y patriótico a los Caídos por la Patria en la Guerra Civil, donde los únicos caídos eran los del bando nacional, el bando azul, y allí los comparecientes lo hacían con la tradicional camisa azul bordada con el yugo y las flechas, y nos llevaban a todos los escolares para cantar el Cara al Sol. Los otros, los vencidos, eran Los Rojos, los del bando perdedor, lo que obligó a que dicho color se conociera más como encarnado (color carne) para no mencionarlos, pues todo se cuidaba con esmero sicológico.

Nuestra infancia avanzó en los tiempos del alcalde José Henríquez Pitti, y en su doble condición de Secretario Local del Movimiento, allí vestía como muchos su camisa azul y mano alzada. No entendíamos del Cara al Sol, del Prietas las filas, ni de las Montañas nevadas. Nos teníamos que aprender las letras de cantarlas un día sí, y otro también, y sobre todo, el gran día del 20 de noviembre, el aniversario del gran ausente siempre "Presente", Jose Antonio.

No fue nada visionario Henríquez Pitti cuando catorce años antes de ser alcalde, en un pequeño periódico local (La Voz del Norte, 22-oct-1932) loaba la celebración en Arucas del "Día de la Raza", diciendo «... Hoy cúmplese un sagrado vínculo de expansión de nuestra raza, cuando el inmortal navegante pisó por primera vez tierra americana, llevando en su espíritu de genio inquebrantable la semilla española: sangre, costumbres, lenguaje...». 

Diez años antes de la publicación de su loa, allá por 1922, un desconocido Franco en su diario de guerra de África (FRANCO BAHAMONDE, F.: Diario de una bandera, Madrid, 1922, pp. 129 y 177) ya describió con esmero las masacres étnicas realizadas, el mismo «... que dirigió  doce legionarios en un ataque del que volvieron ondeando en sus bayonetas las cabezas de otros tantos harqueños a modo de trofeo...» (PRESTON, P.: El holocausto español, Navarra, 2011, p. 18). Le distinguía la pureza de su "raza" frente a otras que poco importaban.

Cuando escribió aquella emotiva loa a la raza de "semilla española" no llegó a imaginar la "raza" estereotipada por el Dr. Vallejo Nágera Jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares, con la experiencia adquirida en los campos de prisioneros en la Alemania de la II Guerra Mundial que había visitado. Diseñó su perfil en el Gabinete de Investigación creado con la autorización personal de Franco mediante telegrama nº 1.565, de 23 de agosto de 1938 (GARZÓN REAL, B.: Auto de Inhibición Sumario (Proceso Ordinario) 53/2008 E, Juzgado Central de Instrucción Nº 5,  Audiencia Nacional, Madrid, 18-nov-2008, p. 13) y el asesoramiento de científicos alemanes, donde realizaron «..esa labor trascendente de higienización de nuestra raza ...». 

Sin consentimiento informado, sicoanalizaron a cincuenta reclusas de la cárcel de Málaga, que en su versión «... como seres degenerados acreditaban la criminalidad revolucionaria femenina, con un marcado carácter sádico...» (PRESTON, P.: El holocausto español, Navarra, 2011, p. 666).

La máxima era que los valores republicanos y de izquierdas eran hostiles y deberían erradicarse. Se buscaba la pureza de la raza, al igual que los nazis con la raza aria. Para los nazis, las diferencias segregables eran físicas, genéticas, de etnias caucásicas. Para Franco, las diferencias segregables eran los idearios de las personas, los llamados "rojos", o lo que era lo mismo, «judeo-masónica-comunista», para incluir a todo anti-patriota que se opusiera a sus ideas.

Incluso se llegó al extremo de buscar justificaciones psiquiátricas académicas para las mayores aberraciones humanas, en una moderna Inquisición, como escribió su amigo el comandante médico psiquiatra y jefe de ese Gabinete de Investigación Dr. Vallejo Nágera (VALLEJO NÁGERA, A.: Eugenesia  de la hispanidad y regeneración de la raza española, Burgos, 1937, pp. 58-61).

Si fuera poco convincente su título [según DRAE: eugenesia (Del gr. ε, bien, y -génesis) Aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana] con palabras mayores para quienes comulgaban con la religión Católica, contraria a toda manipulación humana, baste mencionar frases como «La salud de la raza exigía separar a los niños de sus madres rojas (...) porque eran seres degenerados, proclives a la delincuencia marxista» (PRESTON, P.: El holocausto español , Navarra, 2011, p. 666). Similares teorías a las utilizadas en los campos de concentración nazi donde aprendió.

No imaginó nuestro entonces alcalde que la "Raza" fuera también el título y argumento de la película patrocinada por el Consejo de la Hispanidad, con banda sonora interpretada por las orquestas Nacional, Sinfónica y Filarmónica, que mostraba al mundo el espíritu abnegado y valeroso del español, coincidente con el nacional-catolicismo del régimen, que en opinión generalizada fue guionizada por el propio Franco. El mismo Franco, ese hombre, que llenó el celuloide con veinticinco años de "paz" después, en un documental del mismo director cinematográfico Sáenz de Heredia.

La historia es inapelable, y a Franco lo desconectarían un 20 de noviembre para morir el mismo día del aniversario de Jose Antonio, para que solo hubiera un mártir que recordar si celebraban esos obligados actos de adhesión a los caídos. Porque todo estuvo sistemáticamente calculado y estudiado.

Estos son los pequeños pero grandes detalles de sus fobias que no se suelen contar de aquel que fue homenajeado con nuestro parque, y aún así nos impresionamos por lo que se cuenta de los nazis que segregaban por cuestión de genética, permaneciendo impasibles cuando aquí se segregó por las ideas. Los nazis no adoptaron a los niños judíos, aquí en España se sustrajeron sistemáticamente hasta 40.000 niños para educarlos en las ideas separándolos de sus madres rojas (...) porque eran seres degenerados, bajo el amparo de leyes inhumanas.

En su visita a Arucas no se paró a ver el parque de su nombre y desconocemos si lo llevaron a la Casa del Niño para ver esta obra benéfica que reeducaba la mente de muchos niños sometidos a malos tratos físicos y sicológicos, o para enseñarle los sótanos donde en 1937 instalaron una checa para depurar y castigar a muchos aruquenses, lugar a dónde acudían los niños para conocer de la suerte de sus padres sacados de sus casas en las madrugadas.

Es duro contar estas cosas, como lo es leerlas, y aunque nos duela, hemos de conocer de las mismas para valorar la historia, pues por encima de cualquier ideología están los derechos humanos que siempre deben ser prioritarios. Al menos así lo regula el Artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, aprobado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas, que enumera los delitos tipificados como "crimen de lesa humanidad", que afectan a todos los actos inhumanos que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física. 

Ya llegada la democracia y aprobada La Constitución, la corporación presidida por el alcalde Juan Antonio Ferrera Santana (1983-87), se nominó como PARQUE DE LA PAZ recibiendo este nombre, con la simbología de representar la reconciliación de las dos Españas. Cualquiera de las siguientes acepciones que recoge el DRAE son buenas para definir el fin pretendido: «4. Sosiego y buena correspondencia de unas personas con otras, especialmente en las familias, en contraposición a las disensiones, riñas y pleitos. 5. Reconciliación, vuelta a la amistad o a la concordia. 6. f. Virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego, opuestos a la turbación y las pasiones». 

El vaso de la fuente que nunca llegó a terminarse se selló y se erigió un monolito en piedra de cantería. También se suprimieron los símbolos del franquismo en la gran cruz de piedra. El Director de la Oficina del Centro Histórico de Arucas (1997-1999), Federico Rivero Alemán, propuso la idea de desplazar la cruz, adosándola al templo para que perdiera protagonismo físico y simbólico, trabajo que se ejecutó piedra a piedra.

Igualmente se pavimentó parte de dicho parque, desapareciendo los pasillos de picón volcánico que separaban los parterres florales. En uno de ellos se encontraba un gran ficus blanco (Ficus elástica "Doescheri") cuyas hojas vistieron muchas de las coronas florales que acompañaban a los finados en sus entierros.

Tiempos atrás del siglo pasado fue llamado popularmente y en ocasiones el "Parque de los Enamorados", porque allí iban las parejas, apartándose del mundanal ruido y a la búsqueda de sus momentos felices, lejos del alcance de aquellos y aquellas que "En cualquier esquina sacan filo" o que "Hacen una sama de una escama".




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Fuente: "Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera de mi libro Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el desflorillado de la historia aruquense


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