miércoles, 2 de julio de 2014

PÁRROCO MORALES (Calle)


Antes SANTA BÁRBARA. 

Esta calle asciende desde la Casa Parroquial, en un extremo de la actual calle Párroco Cárdenes, hasta la calle de San Juan, y con anterioridad a su nominación actual fue conocida como SANTA BÁRBARA, sin que pueda concretarse en que momento lo fue.



Al tratarse de una santa, siguiendo nuestra clasificación cronológica habríamos de situar el "hagiónimo"  en el siglo XVIII, y la única vinculación que encontramos en el lugar de Arucas, es que en el inventario de la parroquia realizado el 13 de agosto de 1770, entre las catorce láminas que donó el canónigo José Álvarez de Castro hay un cuadro de Santa Bárbara (QUINTANA MIRANDA, P.M.: Cuaderno 1º de notas referentes al pueblo y parroquia de Arucas, ed. digital, 2012, p. 148), que está colgado en la sacristía, y que otra fuente lo cita erróneamente como San Bartolomé (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, J.: Historia de la Parroquia de San Juan Bautista de Arucas 1515-1817, Las Palmas de GC, 2013, p. 294). Ello no parece sea suficiente justificación para la nominación de una calle dado que no está documentado que la santa despertara advocación entre los feligreses, ni hubo regimiento de artillería en Arucas.

En consecuencia, su nominación debió ser en la segunda mitad del siglo XIX o en el primer cuarto del siglo XX, dado que la actual data de la época republicana. Nos situamos en unos tiempos que era elocuente la utilización de refranes, y se hizo famosa en la emergente prensa de las islas el recurso a la utilización del decir "Nadie se acuerda de Santa Bárbara, sino cuando truena", muy al uso en el cambio de siglo por los despropósitos que terminarían con la pérdida de Cuba, e inclusive la encontramos dedicada al conocido político de Arucas Tomás García Guerra, que ya había abandonado su Partido Sincrético y ahora intentaba convertirse en líder de los agotados "leoninos" que gobernaban en la política local e insular.

Fue cuando convocó un mitin en la gallera que existió en la calle de Santa Bárbara de Las Palmas, y es citado en el diario liberal-conservador La Opinión del 18 de abril y de 2 de mayo de 1896. El suelto del primer día, al hilo del lugar elegido, dice «Consiste en que los leoninos no se acuerdan de Santa Bárbara, sino cuando truena. No se acuerdan el aristocrático D. Felipe y su estado mayor de meetings y de reuniones populares, sino cuando se ven con el agua al cuello». 

Y el segundo nos cuenta de su nuevo líder «Después de todo, recomendados en la forma que parece lo fuimos á los concurrentes á la Gallera, por el Sr. García Guerra (D. Tomás), no es de extrañar el auto de fé de LA OPINIÓN. No hay peor cuña que la de la misma madera, (...) Basta y sobra con recordar que el Sr. García Guerra fué el leader, el alma, por decirlo así, de los sincréticos de 1890, de los progenitores de los actuales patrióticos, de aquellos que inauguraron en Canaria la lucha á muerte contra el caciquismo leonino (...) y que en 1896 sea el jaleador de Don Fernando [se refiere a Fernando de León y Castillo] y el predicador de la cruzada contra el partido que él mismo contribuyó á formar». Mayor información del personaje la tenemos en la entrada a este Blog Calle DOCTOR GARCÍA GUERRA.

Es necesario describir los escenarios para entender las decisiones y actitudes, pues ahora traemos a colación las noticias que nos da nuestro primer cronista de los acontecimientos vividos en la Casa Parroquial en esos tiempos.

Hace referencia al párroco nº 40 (de su ordinal), Teótimo Darias Padilla, natural de La Gomera «y familiar que había sido del Sr. Obispo Urquinaona», quien fue nombrado primero Coadjutor de esta Parroquia el 31 de Octubre de 1878, hasta el 15 de Febrero de 1880, tres días después de la muerte del párroco José Antonio Rivero que ejerció de cura ecónomo. Añade el cronista una nota en tira de papel pegada y sobrepuesta a la página de su Cuaderno nº 1 que dice «Dados los trámites que se seguían entonces en el obispado, sospecho que él se creyó ipso facto cura ecónomo desde que falleció el Sr. Rivero».

Incluye el cronista las siguientes notas que extraemos: «Este Sr. pasó á la Diócesis de Tenerife, pues enemistado en Arucas con algunas personas á causa de un disgusto que tuvo con Francisco Esteban Santana, sochantre de esta Parroquia, en que se atentó contra su vida llegando el encono de los malvados hasta agujerearle la casa, se vió precisado á hacer su renuncia». 

Y otra más que cuenta otros detalles: «Le apedrearon la casa en la noche del 7 al 8 de Septiembre de 1884. En la noche del 10 al 11 de Octubre del mismo año tiraron a D. Teótimo un cartucho de dinamita sobre el techo de la casa parroquial. La detonación se oyó por toda Arucas. La impunidad habrán dado sus frutos. El 26 de Octubre del mismo año el Coadjutor leyó una enérgica protesta del Sr. Obispo por lo de la dinamita» (QUINTANA MIRANDA, P.M.: Cuaderno 1º de notas referentes al pueblo y parroquia de Arucas, ed. digital, 2012, p. 65).

El párroco que renunció, puso agua de por medio, pidió ser designado para la parroquia de Hermigua y más tarde pidió trasladarse a Cuba, donde falleció. Por las otras noticias que da el cronista de esta calle, y su manera de expresarse para aquellos tiempos, siempre atento a las decisiones de los municipales, no sería extraño que fuera el proponente de la nominación de la calle por los acontecimientos vividos, acordándose del enorme trueno allí sentido. Esas otras noticias son:

«Casa diezmos.- La casa donde se recogían los diezmos de la Iglesia en esta Parroquial está al extremo de la calle de Santa Bárbara cuya casa compró D. Cleto Matos y después ha sido reedificada por varios, entre otros por D. Esteban Quintana, Dña. Saturnina Matos y D. Pedro Luzardo» (Obra citada, p. 95). 

«Reedificación de la casa parroquial.- El 13 de Agosto de 1888 se comenzó la reedificación de la casa parroquial de Arucas por la parte que da á la calle de Sta. Bárbara, estando ya terminada toda la parte nueva á fines de Mayo de 1890. Los trabajos fueron dirigidos por el maestro de obras D. Manuel Aguiar» (Obra citada, p. 111).

Con relación a la última noticia habría que añadir que parte del coste de la reedificación de la casa parroquial fue pagado con él fondo que ascendió a 1.699,98 pesetas, recaudado entre vecinos de Arucas para acometer un primer proyecto de construcción del nuevo templo a finales del siglo XIX, y que el obispo recomendó se destinara a la Casa Parroquial que estaba en un estado lamentable tras los incidentes (Certificación manuscrita del Párroco Morales de 22 de mayo de 1889, Archivos JCH).

En 1931, tras la proclamación de la Segunda República, la corporación presidida por el alcalde Nicolás Lorenzo Fernández, que sustituía al fallecido Rafael Diaz Batista el 4 de octubre de 1931, adoptó el acuerdo de nominar la calle como PÁRROCO MORALES, por su proximidad al pueblo. De alguna manera estaban mandando un mensaje al entonces párroco Cárdenes, siempre más cerca de los adinerados de los que precisaba su ayuda para el nuevo templo en construcción y por el conflicto surgido tras su decisión de sustituir a un joven coadjutor muy próximo a la clase más humilde, que motivó la detención durante meses de varios jóvenes aruquenses  a los que denunció por alborotadores. 

Manuel Morales Caballero nacido en Las Palmas de GC el 1º de enero de 1854, después de haber estado en las parroquias de San Mateo y Tetir, renunciando a éste último por motivos de salud, asumió la entonces conflictiva parroquia de San Juan Bautista en febrero de 1885. El 13 de agosto de 1888 comenzó la construcción de la casa parroquial, en la esquina de esta calle y de ahí que se le dedicara esta calle. «Este Sr. fue un sacerdote ejemplar que predicaba hasta tres veces en los días festivos sin que fuera obstáculo la enfermedad cruel que padecía, siendo incansable en su santo ministerio». Murió el 3 de junio de 1896, siendo enterrado en la iglesia.

De su entierro también dice el cronista «En fin después de haber hecho tanto y otras muchas cosas, amado y principalmente respetado de todos sucumbió víctima de aguda enfermedad el día tres de Junio de 1896 en Las Palmas, Calle En medio nº (así viene en el original), su cuerpo habiendo sido transladado en coche fúnebre á esta Parroquia según su voluntad, fue recibido por el Clero y Crúz parroquial é inmensa muchedumbre de fieles en el puente de Arucas y conducido al templo en donde de cuerpo presente se le hicieron solemnes honras fúnebres con oración que presidió D. Francisco Vega Párroco de San Francisco de Las Palmas. Asistió mucho clero, y en medio de general tristeza recibió sepultura en el panteón de Sacerdotes de esta Iglesia destinado en el Cementerio junto al de sus antecesores D. José Rivero y D. Pedro Hernández Regalado» (QUINTANA MIRANDA, P.M.: Cuaderno 1º de notas referentes al pueblo y parroquia de Arucas, ed. digital, 2012, p. 66).

Ya en la segunda mitad del siglo XX la calle sería popularmente conocida como la calle del Cura, probablemente por lo lejos que en el tiempo iba quedando el recuerdo del párroco Morales.



__________________

Fuente: "Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera de mi libro Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el desflorillado de la historia aruquense


No hay comentarios:

Publicar un comentario