Esta calle que se
inicia en la intersección de la calle
Cerera con la calle Alcalde
Rafael Diaz, termina siendo un pequeño callejón descendente para
desembocar en la calle Sor Cándida
Suárez. Su denominación popular de ARMAS
es con seguridad del siglo XVIII, aunque podríamos aventurar de su existencia
ya en el anterior formando parte de ese entramado pre-urbano de callejones que
conformaban la margen sur del antiguo Tabaibal
en la falda de la Montaña de Arucas,
y al poniente del barranquillo por
donde bajaban las aguas de la misma hasta la Acequia Real, hoy conocida como Acequia
Alta, cuyo cauce es ocupado por la actual calle Salvador Rueda.
Esta calle ARMAS es también el flanco naciente de
lo que podríamos considerar el sector que conserva el entramado pre-urbano más
antiguo de Arucas, entre la calle
Acequia Alta y la calle
Alcalde Rafael Díaz, al que se han ido incorporando las nuevas
construcciones a partir de la Fábrica La
Isleña, para quedar flanqueado al poniente por la actual calle Ramón y Cajal. En su interior, con
acceso rodado reducido a la mínima expresión en sus inicios y peatonal en la
máxima, nos encontramos quebrados callejones hoy conocidos como Cáceres, Badajoz, Pasaje Famara, Médico José Cuyás González Corvo y Pasaje Granada, a los que sumamos las
calles que comentamos en este Blog de forma independiente: Calle ALCALDE MATEO
DE MATOS QUINTANA y Calle SOR CÁNDIDA
SUÁREZ.
Su nominación ARMAS
se debe a la familia De Armas muy
arraigada en Arucas, y en particular a los tres presbíteros, dos hermanos y un
sobrino, de los primeros uno de ellos fue canónigo de la
Catedral quien donó a Arucas tierras en Trasmontaña
para que con su venta se construyeran escuelas públicas de Primeras Letras en la actual calle
León y Castillo. Es el primer cronista Pedro Marcelino Quintana en su Cuaderno 1º, quien indirectamente nos
acerca al origen de la nominación de la calle. Al realizar averiguaciones sobre
el lugar de fallecimiento del presbítero Vicente Pérez de Armas, nos incluye
información dada por un vecino dice que murió «en la casa que luego fue de su sobrino D. Guillermo Pérez de León,
casi frente a la calle Quintana». La última calle referida es la antigua
denominación de la calle Alcalde Mateo
de Matos, si bien es el tramo que admite el tráfico de vehículos que
hoy es la llamada calle Sor Cándida
Suárez, en la que desemboca esta calle ARMAS (la fotografía de Eliú Pérez
que encabeza esta entrada).
Conozcamos de la familia aruquense de nacimiento De Armas con la información que nos
aporta el primer cronista de Arucas (QUINTANA MIRANDA, P.M.: Cuaderno 1º de notas referentes al pueblo y
parroquia de Arucas, ed. digital, 2012), y dado que se trata de un
"cuadernos de notas", optamos por redactar de forma más amena.
Tenenemos primero a Vicente
Antonio de Armas, quien dijo su primera misa el 20 de enero de 1760,
día de San Sebastián, «vino de su casa
bajo de palio en procesión» hasta
la parroquia, acompañado del Curato y capellanes, y dada la festividad se llevó
la imagen de San Sebastián desde su ermita a la iglesia parroquial, siendo sus
padrinos «el Venerable Cura y D. Manuel
Ponse con capas y Diácono y Subdiácono, el Padre Fray Antonio Martín y el Padre
Lector Fray José Marrero, los que se ordenaron de Sacerdotes el mismo día que
él».
Se infiere por la concelebración organizada para el
ordenamiento de varios sacerdotes, el especial protocolo seguido con él y la
onomástica elegida, que procedía de una familia distinguida en el lugar de Arucas, y sin hacer otras
conjeturas, reseñar que fue alcalde ordinario desde 1731 hasta 1736 el alférez
Mateo de Armas Cabrera. Pero hay otros datos del mismo, que sí pudieran
inducirnos a pensar que pertenece a esta familia. El primero, en cuanto a su
distinción como vecino y vinculación a la parroquia, pues es de los vecinos
comparecientes que ante notario el 13 de marzo de 1707 solicitan a «Su Majestad el señor don Felipe V, haga
merced a este lugar y sus vecinos del Beneficio Eclesiástico que pretenden por
su vecindad de 500 y más vecinos» (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ,
J.: Historia de la Parroquia de San Juan
Bautista de Arucas 1515-1817, Las Palmas de GC, 2013, p. 216). Y el segundo, mucho más esclarecedor, que el alférez Mateo
de Armas Cabrera es mayordomo de la Cofradía del Rosario desde 1707 a
1719, cofradía y capilla con la que van a tener una especial relación sus
presuntos descendientes los presbíteros.
Volviendo al sacerdote Vicente Antonio de Armas, el
día 6 de junio de 1769 sucedió en este Curato de Arucas, siendo Teniente de Cura de la
parroquia, pasando a ser cura propietario hasta 1777. Después pasó al Sagrario
en la Iglesia Catedral después de haber hecho tres oposiciones a dicho Curato,
recibiendo el título de Canónigo de dicha Catedral el 23 de Junio de 1788. Cuando
falleció en abril de 1822, hay una nota sobrepuesta en el Cuaderno del cronista
que refiere «Cuando le sorprendió la
muerte, quedó debiendo á la fábrica como mayordomo una cantidad bastante
crecida; por lo que la iglesia se quedó con dos casas, que fueron vendidas á D. Germán Mujica por 6.622 rs. 36
cents. el 23 de Julio de 1853.» Sin poner en duda tal información, sí
aportar que no consta en la nómina de mayordomos aportada por otras fuentes.
También pudiera ser la
"excusa" legal que
antiguamente se daba para poder adjudicarse la propiedad de los bienes
vinculados a las capellanías sujetas a las normas del Antiguo Régimen de la Propiedad, y que la venta se hace cuando se
aprueban las Leyes de Desamortización. Su tía Estebana María Perdomo, constituyó una capellanía por testamento el
9 de noviembre de 1755, nombrándolo sucesor, a cambio de «5 misas rezadas anuales en Iglesia de Arucas a 3 reales de
limosna», que vinculaba las siguientes propiedades
que parecen ser las que refiere el cronista «Dos casas terreras con cocina y cuartos
en la calle San Juan y un Censo de 1.200 reales de principal impuesto sobre un
cercado de tierra en Arucas», entendamos el censo como un alquiler perpetuo
(SUÁREZ
GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran
Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Tesis Doctoral ULPGC, 1987,
Anexo p. 95).
Hacemos esta aclaración, dado que su posición económica era
envidiable, y además de estar documentada la donación que hiciera al pueblo de
Arucas Vicente Antonio de Armas conjuntamente con
el también canónigo José Fernández Abad de terrenos y casas en Trasmontaña
para la construcción
de las Escuelas de Primeras Letras (ZAMORA SÁNCHEZ, J.: La Obra del Cronista, compilación de
Juan Zamora Maldonado, Las Palmas de GC, 2003, p. 348), habría que añadir
sus dos importantes capellanías cuyos bienes en Arucas, que sus poseedores no
pueden vender por estar vinculados, eran un molino con casas antiguas en La
Goleta, una suerte de secano en Montaña Blanca, otra en Calderetas,
un pedazo labradío de 17 fanegadas y otro de secano de 2 fanegadas en Los
Masapeses (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y
eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Tesis
Doctoral ULPGC, 1987, Anexo p. 136).
Del mencionado molino
nos aporta más información otro autor aruquense de una novela costumbrista, del
que nos consta realizó buenas investigaciones: « ... y el otro Molino de Arriba
en el barrio de la Goleta era de la Capellanía fundada por don Vicente Antonio
de Armas, Párroco que fué de Arucas y, heredó la Capellanía su sobrino don
Vicente Pérez de Arma, Párroco que fué de Arucas y al abolirse las capellanías
y fallecer ese señor pasaron las propiedades y el molino a sus familiares y
como antiguamente la posesión de las Capellanías las daba el obispado y una de
las principales propietarias del Molino de Arriba es una señora parienta del
fallecido párroco don Vicente Pérez de Armas; le dicen «la Obispa»-dice don
Bruno» (MEDINA MATOS, C.: El cólera
en la isla de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1961, p.113).
Está documentado también que en vida compró
una azada de agua en 1.500 reales a la parroquia, que arrendó más azadas de
agua para regar sus tierras de cultivo, y aparece como tributario de la Capilla
del Santísimo (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ,
J.: Historia de la Parroquia de San Juan
Bautista de Arucas 1515-1817, Las Palmas de GC, 2013).
Hermano del anterior es Simón de Armas, quien fue Teniente cura del Sagrario de la Sta. Iglesia de
la Catedral y falleció en Arucas en 1813, nueve años antes que su hermano menor
(?), por quien había sido nombrado capellán cuando la fundó la primera el 19 de Abril de
1777, a cuyos bienes vinculados antes nos hemos referido. Fue mayordomo de la
Fábrica de san Juan del 22 de diciembre de 1742 al 8 de septiembre de 1752.
Sobrino de los dos
anteriores es Vicente Pérez de Armas, nacido también en Arucas el 6 de mayo
de 1769, hijo de Antonio Pérez y de Catalina Suárez de Armas, y actuando como
padrino de bautismo su tío Vicente Antonio de Armas.
Después de haber sido preceptor de Gramática en Arucas el año
1792, inicio su formación eclesiástica diciendo su primera misa en Teror el 28
de septiembre de 1799, en diciembre de 1801 pasó á Santa Brígida, y en
diciembre de 1802 se incorporó a la parroquia de Arucas, accediendo al cargo de
párroco en propiedad a partir de 1805, hasta su muerte el 23 de mayo de 1838 en
su casa en esta calle ARMAS, que
luego sería propiedad de su sobrino Guillermo Pérez de León.
Entre las noticias significativas y singulares que se tienen
durante sus 33 años que ejerció como párroco en Arucas, vivió tres años muy
intensos desde 1808 a 1810, coincidiendo con la guerra de la Independencia
contra la ocupación francesa, en los que estuvo muy cerca de los políticos
locales, los hermanos Mateo e Ignacio de Matos Quintana, prácticamente
vecinos puerta con puerta.
A partir de la sublevación contra los franceses en Madrid del
2 de Mayo de 1808 cuyas noticias son
conocidas en la isla con relativa prontitud, activa todos sus sentimientos «De la actitud de
la población de Arucas ante la invasión napoleónica, tenemos referencia de
altos quilates patrióticos. El Párroco, Don Vicente Pérez de Armas, enardece los ánimos y sentimientos de su
feligresía en una homilía memorable, hoy lastimosamente perdida. Este párroco.
que escribía todas sus homilías y sermones, escribió también la pronunciada en su
iglesia de San Juan Bautista contra Napoleón Bonaparte» (CABALLERO MUJICA, F.:
Pedro Cerón y el mayorazgo de Arucas, Las Palmas de GC, 1973, p. 266).
Inmediatamente, en los años 1809 y 1810 acontece una gran
sequía y de acuerdo con el alcalde Ignacio
de Matos Quintana convocan al pueblo a unas rogativas, traen la imagen de
san Andrés desde su ermita en la Costa de
Lairaga a Arucas, los dos años, con el consentimiento del obispo Manuel
Verdugo (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, J.: Historia de la Parroquia de San Juan
Bautista de Arucas 1515-1817, Las Palmas de GC, 2013, p. 386). La traída de esta imagen pudiera guardar relación con la antigua costumbre de ir en procesión a la ermita de san Andrés desde Arucas.
Ese mismo año 1810 es alcalde Mateo de Matos Quintana, habiéndose producido la incautación de los
bienes del Marqués de Florencia y Conde de Benazuza, propietario del Mayorazgo de Arucas, al considerarse que
era vasallo de Napoleón, 120 colonos de Arucas solicitan que se comisione al
Intendente o «a la Audiencia de Canarias
para que proceda a la incautación de las tierras del mayorazgo que el marqués
de Florencia, residente en el Reino de Italia y vasallo de Napoleón, tiene en
Arucas y a la venta de las mismas a los colonos que actualmente las disfrutan
en arriendo» cuestión que no prosperaría dado que el largo procedimiento lo
llevaría a 1814 en que se inicia la etapa Absolutista de Fernando VII que
derogaría la Constitución de 1812 (Obra
citada, p.396). No dudamos que el sentimiento patriótico del párroco era partícipe de esta denuncia.
Seguía abanderando la lucha contra los franceses en 1812 y
sus anotaciones tras la celebración de la misa de Acción de Gracias el 30 de
mayo día de san Fernando en los libros parroquiales nos trasmite sus pensamientos anti-napoleónicos, que no se confunde con anti-francés «"en memoria del fiel levantamiento de
la Nación en favor de su Rey Fernando VII y contra Napoleón, tirano de los
franceses que intentó también tiranizarla". Y al dia siguiente, "un
aniversario solemne por las almas de los que han fallecido en esta gloriosa
lucha de la libertad contra la tiranía". Así lo escribe en el Libro de
Cuadrante de Aniversarios Cantados "para que conste in soecula
soeculorum". Estos aniversarios se celebraron hasta 1829» (CABALLERO MUJICA,
F.: Pedro Cerón y el mayorazgo de Arucas,
Las Palmas de GC, 1973, p. 267).
Cuando Mateo de Matos abandona la alcaldía e hipoteca sus bienes para
iniciar su defensa contra el pleito que le pusiera por asonada el Mayorazgo del Buen Suceso por el Motín
de subsistencia del 5 de mayo de 1800, por el que quedaría arruinado y fallecería, el párroco ya está cercano al nuevo alcalde popular Pedro Castellano González, posible vecino de la calle Cerera, a quien le reconocerían sus buenos servicios un
siglo después nominando la calle a su nombre. Se les ve muy próximos y sobre
todo aportando ambos reales para estandartes y palios nuevos de la parroquia.
Vicente Pérez de Armas
aún siendo párroco, había sido nombrado mayordomo de de la Cofradía del
Rosario el 25 de octubre de 1809, de la
misma que lo había sido un siglo atrás su antepasado el alférez Mateo
de Armas Cabrera, presumiblemente su abuelo materno y padre de sus
tíos. Encargó al escultor Luján Pérez los "angelotes" del retablo de
la capilla del Rosario, el mismo que su tío el canónigo Vicente Antonio de Armas
encargó al maestro dorador Cayetano González, en el que se invirtieron 1446
reales en oro. Después de 20 años de trabajos en la capilla del Rosario lo
celebraron con una función solemne (SÁNCHEZ
RODRÍGUEZ, J.: Historia de la Parroquia de
San Juan Bautista de Arucas 1515-1817, Las Palmas de GC, 2013, pp.
388-389).
Esta misma fuente cita
a dos personas vinculadas a la parroquia en esos tiempos que parecen ser
hermanos de Vicente Pérez de Armas. El primero es José Pérez de Armas quien compró la casa y cueva que la cofradía dejó a Marcela
Rodríguez y cuyo tributo como limosna lo había pagado Simón de Armas. Y el segundo es Simón Perez Armas que es citado como cerero que en 1814 suministra
sus productos a la parroquia.
Muchos vínculos entre vecinos de este sector de Arucas, en el que nacieron alcaldes que estuvieron muy próximos al pueblo, y no faltando en su familia aquellos que se dedicaron a un oficio que dió nombre al muy próximo de La Cerera que ha llegado hasta nuestros días.
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Fuente:
"Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera de mi libro Silencios
rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC
Silencios rotos : el desflorillado de la historia aruquense