Antes GENERAL QUEIPO DE LLANO, RAFAEL DÍAZ y lugar del TABAIBAL
El tabaibal-cardonal es una formación vegetal mixta propia de las zonas bajas y costeras de las islas que puede llegar hasta los setecientos metros de altitud, en función de la topografía y orientación. Esta vegetación es de las más típicas y es tan representativa que algunas de las plantas que la integran son reconocidas como símbolo regional: cardones, dragos y verodes.
Este topónimo al uso en la antigüedad definía los espacios de realengo destinados en gran medida al pastoreo, y lo encontramos en distintos municipios de la isla de Gran Canaria. El Tabaibal aruquense es definido en 1790, en el pleito que plantea el Capitán de Milicias de Arucas Ignacio de Matos contra el Mayorazgo de Arucas sobre la titularidad de sus posesiones. Juan Bautista Descouber, Administrador del Mayorazgo, al plantear su defensa viene a decir, entre otras argumentaciones: «Que los bienes del Mayorazgo proceden de los repartimientos de la Isla después de su conquista y que siempre lindaron con bienes particulares y no con terrenos realengos, no existiendo en Arucas más propiedades de esta índole que la Dehesa, propiedad del Cabildo de la Isla, y el Tabaibal, dado a los vecinos de Arucas para la construcción de casas en 1740, como certificó el propio Matos en su pericia del año 1779, ordenada por la Real Audiencia y presentada a su Oidor, Don Francisco Carbonell del Rosal» (CABALLERO MUJICA,F.: Pedro Cerón y el mayorazgo de Arucas, Las Palmas de G.C., 1973, p. 170), lo cual era así conforme con las ordenanzas del Cabildo General de 1531 y las licencias reales concedidas incluidas en el Libro Rojo de Gran Canaria (CULLEN DEL CASTILLO, P.: ... o Gran Libro de Provisiones y Reales Cédulas, Las Palmas de G.C., 1947).
Según esta definición, teniendo en cuenta que el primitivo TABAIBAL de Arucas tenía por lindes: al Oeste, las propiedades del Mayorazgo y al Sur, las del Vínculo de Mirón, de donde puede decirse que ocupaba falda meridional de la Montaña, concretamente el Norte y Este del actual territorio urbano que progresivamente fue poblándose. En consecuencia, en julio de 1928 el lugar del TABAIBAL, no urbanizado y no construido, aparecía discontinuo y debiera estar:
— al Norte y Noroeste de la calle Cerera, o lo que es lo mismo, la ladera meridional de la montaña de Arucas que aún no estaba construida, ni urbanizada, donde luego surgiría esta calle, y que para su conexión con la anterior ya se decía en esta época en un informe municipal «... la apertura hasta la de Tabaibal, traería consigo la desaparición de varias casas y callejones que constituyen hoy una vergüenza porque presentan caracteres de verdaderas pocilgas, enclavadas dentro de la población... » (JESÚS Y VELEZ-QUESADA, P.P.: Arucas, hombres y hechos, Las Palmas de G.C., 1984, p. 172);
— y todo el territorio que quedaba en la margen Norte de la calle Muñoz, que sería después Marqueses de Arucas, también ladera meridional y naciente de la montaña, en parte conocida como el Pedregal, después popularmente por El Grupo, hasta el límite del Camino Real de la Hoya de San Juan, conocido como El Terrero, hoy calle Juan de Dios Martín. Al Este de este último camino, después calle, lo que queda son los territorios de los dos antiguos ingenios de Juan de Aríñez y de Lope Sosa, cuyas inmediaciones estaban ya pobladas o cultivadas.
En cualquier caso, de forma aislada pudo haber alguna construcción doméstica o cuevas de habitación, pero su urbanización y construcción de forma generalizada la impulsó Rafael Díaz Batista, primer alcalde de la II República elegido en abril de 1931 hasta su fallecimiento el 4 de octubre del mismo año, quien también presidía la Federación Obrera, y que inició el primer proyecto de pavimentación de esta calle, que resolvía el enlace de la calle Cerera con el camino a Trasmontaña a través del antiguo Tabaibal. Tuvo tan notable preocupación por la situación de las calles de la población que interesó de la Comisión de Fomento un informe sobre las obras necesarias de pavimentación. Tras su fallecimiento la Corporación le reconocería sus méritos dando su nombre RAFAEL DÍAZ a la calle.
Con la sublevación militar de 18 de julio de 1936, se inicia la dictadura franquista para que esta calle y la calle Cerera con la que enlaza a partir de la intersección con el Pasaje General Palafox, son rotuladas ambas como GENERAL QUEIPO DE LLANO, en homenaje a Gonzalo Queipo de Llano y Sierra (Tordesillas, 1875 - Sevilla, 1951), teniente general del arma de Caballería, fue siempre un crítico con excesos de protagonismo. Educado en un seminario, combatió en la Guerra de Cuba y en la Guerra del Rif, ascendiendo a general de brigada en 1923. Aunque apoyó en un principio al dictador General Miguel Primo de Rivera, sus críticas hacia su política provocaron su postergamiento y trasladado a la reserva en 1928.
Conspiró para derribar la monarquía de Alfonso XIII y dirigió la Cuartelada de Cuatro Vientos, lo que le obligó a exiliarse en Portugal. Proclamada la República, fue nombrado Capitán General de Madrid e Inspector General del Ejército, contribuyendo de forma fundamental al éxito de las reformas militares de Manuel Azaña. Con posterioridad fue nombrado Jefe del Cuarto Militar del presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, del que llegaría a ser consuegro, hasta que renunció en 1933 a raíz de las críticas recibidas por una serie de injerencias suyas en la vida política.
Tras la destitución de Alcalá Zamora, fue junto con los generales Mola y Sanjurjo uno de cabecillas principales del golpe militar contra el gobierno de la Segunda República que originó la Guerra Civil Española. Dirigió el golpe militar en Sevilla, uno de los baluartes frente populistas, e inició una fuerte represión que ocasionó solamente en Sevilla en el periodo comprendido entre el 18 de julio de 1936 y enero de 1937 la muerte de 111.028 personas. Se destacó por su uso de la radiodifusión como medio de guerra psicológica, con sus famosas charlas a través de Unión Radio Sevilla. El 26 de julio de 1936 proclamó: «...os digo que a todo afeminado o invertido que lance alguna infamia o bulos alarmistas contra este movimiento nacional tan glorioso, lo matéis como a un perro...», y así se cumplió con Federico García Lorca, y con muchos más, incluso fusilando en Castilleja del Campo a mujeres embarazadas en el momento de dar a luz, y cuando le dieron el tiro de gracia a la madre, mataron al recién nacido a culatazos (PRESTON, P.: El holocausto español, Navarra, 2011, p. 216).
Nombrado Jefe del Ejército del Sur, asumió el gobierno militar y civil, y a lo largo de la guerra actuó con casi total independencia, lo que llevó a ser conocido como el Virrey de Andalucía. Ascendido a teniente general y condecorado con la Laureada de San Fernando tras su triunfo en la Guerra Civil, llamaba a Franco “Paca la Culona” y le consideraba un hombre egoísta y mezquino, resultando postergado por el régimen (PRESTON, P.: El gran manipulador. La mentira cotidiana de Franco, Barcelona, 2008).
Aprobada la nueva Constitución Española de 1978 que ponía fin a la dictadura franquista, la calle recupera su nombre, esta vez precedido de su cargo de representación que tuvo para la ciudad ALCALDE RAFAEL DÍAZ.
El tabaibal-cardonal es una formación vegetal mixta propia de las zonas bajas y costeras de las islas que puede llegar hasta los setecientos metros de altitud, en función de la topografía y orientación. Esta vegetación es de las más típicas y es tan representativa que algunas de las plantas que la integran son reconocidas como símbolo regional: cardones, dragos y verodes.
Este topónimo al uso en la antigüedad definía los espacios de realengo destinados en gran medida al pastoreo, y lo encontramos en distintos municipios de la isla de Gran Canaria. El Tabaibal aruquense es definido en 1790, en el pleito que plantea el Capitán de Milicias de Arucas Ignacio de Matos contra el Mayorazgo de Arucas sobre la titularidad de sus posesiones. Juan Bautista Descouber, Administrador del Mayorazgo, al plantear su defensa viene a decir, entre otras argumentaciones: «Que los bienes del Mayorazgo proceden de los repartimientos de la Isla después de su conquista y que siempre lindaron con bienes particulares y no con terrenos realengos, no existiendo en Arucas más propiedades de esta índole que la Dehesa, propiedad del Cabildo de la Isla, y el Tabaibal, dado a los vecinos de Arucas para la construcción de casas en 1740, como certificó el propio Matos en su pericia del año 1779, ordenada por la Real Audiencia y presentada a su Oidor, Don Francisco Carbonell del Rosal» (CABALLERO MUJICA,F.: Pedro Cerón y el mayorazgo de Arucas, Las Palmas de G.C., 1973, p. 170), lo cual era así conforme con las ordenanzas del Cabildo General de 1531 y las licencias reales concedidas incluidas en el Libro Rojo de Gran Canaria (CULLEN DEL CASTILLO, P.: ... o Gran Libro de Provisiones y Reales Cédulas, Las Palmas de G.C., 1947).
Según esta definición, teniendo en cuenta que el primitivo TABAIBAL de Arucas tenía por lindes: al Oeste, las propiedades del Mayorazgo y al Sur, las del Vínculo de Mirón, de donde puede decirse que ocupaba falda meridional de la Montaña, concretamente el Norte y Este del actual territorio urbano que progresivamente fue poblándose. En consecuencia, en julio de 1928 el lugar del TABAIBAL, no urbanizado y no construido, aparecía discontinuo y debiera estar:
— al Norte y Noroeste de la calle Cerera, o lo que es lo mismo, la ladera meridional de la montaña de Arucas que aún no estaba construida, ni urbanizada, donde luego surgiría esta calle, y que para su conexión con la anterior ya se decía en esta época en un informe municipal «... la apertura hasta la de Tabaibal, traería consigo la desaparición de varias casas y callejones que constituyen hoy una vergüenza porque presentan caracteres de verdaderas pocilgas, enclavadas dentro de la población... » (JESÚS Y VELEZ-QUESADA, P.P.: Arucas, hombres y hechos, Las Palmas de G.C., 1984, p. 172);
— y todo el territorio que quedaba en la margen Norte de la calle Muñoz, que sería después Marqueses de Arucas, también ladera meridional y naciente de la montaña, en parte conocida como el Pedregal, después popularmente por El Grupo, hasta el límite del Camino Real de la Hoya de San Juan, conocido como El Terrero, hoy calle Juan de Dios Martín. Al Este de este último camino, después calle, lo que queda son los territorios de los dos antiguos ingenios de Juan de Aríñez y de Lope Sosa, cuyas inmediaciones estaban ya pobladas o cultivadas.
En cualquier caso, de forma aislada pudo haber alguna construcción doméstica o cuevas de habitación, pero su urbanización y construcción de forma generalizada la impulsó Rafael Díaz Batista, primer alcalde de la II República elegido en abril de 1931 hasta su fallecimiento el 4 de octubre del mismo año, quien también presidía la Federación Obrera, y que inició el primer proyecto de pavimentación de esta calle, que resolvía el enlace de la calle Cerera con el camino a Trasmontaña a través del antiguo Tabaibal. Tuvo tan notable preocupación por la situación de las calles de la población que interesó de la Comisión de Fomento un informe sobre las obras necesarias de pavimentación. Tras su fallecimiento la Corporación le reconocería sus méritos dando su nombre RAFAEL DÍAZ a la calle.
Con la sublevación militar de 18 de julio de 1936, se inicia la dictadura franquista para que esta calle y la calle Cerera con la que enlaza a partir de la intersección con el Pasaje General Palafox, son rotuladas ambas como GENERAL QUEIPO DE LLANO, en homenaje a Gonzalo Queipo de Llano y Sierra (Tordesillas, 1875 - Sevilla, 1951), teniente general del arma de Caballería, fue siempre un crítico con excesos de protagonismo. Educado en un seminario, combatió en la Guerra de Cuba y en la Guerra del Rif, ascendiendo a general de brigada en 1923. Aunque apoyó en un principio al dictador General Miguel Primo de Rivera, sus críticas hacia su política provocaron su postergamiento y trasladado a la reserva en 1928.
Conspiró para derribar la monarquía de Alfonso XIII y dirigió la Cuartelada de Cuatro Vientos, lo que le obligó a exiliarse en Portugal. Proclamada la República, fue nombrado Capitán General de Madrid e Inspector General del Ejército, contribuyendo de forma fundamental al éxito de las reformas militares de Manuel Azaña. Con posterioridad fue nombrado Jefe del Cuarto Militar del presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, del que llegaría a ser consuegro, hasta que renunció en 1933 a raíz de las críticas recibidas por una serie de injerencias suyas en la vida política.
Tras la destitución de Alcalá Zamora, fue junto con los generales Mola y Sanjurjo uno de cabecillas principales del golpe militar contra el gobierno de la Segunda República que originó la Guerra Civil Española. Dirigió el golpe militar en Sevilla, uno de los baluartes frente populistas, e inició una fuerte represión que ocasionó solamente en Sevilla en el periodo comprendido entre el 18 de julio de 1936 y enero de 1937 la muerte de 111.028 personas. Se destacó por su uso de la radiodifusión como medio de guerra psicológica, con sus famosas charlas a través de Unión Radio Sevilla. El 26 de julio de 1936 proclamó: «...os digo que a todo afeminado o invertido que lance alguna infamia o bulos alarmistas contra este movimiento nacional tan glorioso, lo matéis como a un perro...», y así se cumplió con Federico García Lorca, y con muchos más, incluso fusilando en Castilleja del Campo a mujeres embarazadas en el momento de dar a luz, y cuando le dieron el tiro de gracia a la madre, mataron al recién nacido a culatazos (PRESTON, P.: El holocausto español, Navarra, 2011, p. 216).
Nombrado Jefe del Ejército del Sur, asumió el gobierno militar y civil, y a lo largo de la guerra actuó con casi total independencia, lo que llevó a ser conocido como el Virrey de Andalucía. Ascendido a teniente general y condecorado con la Laureada de San Fernando tras su triunfo en la Guerra Civil, llamaba a Franco “Paca la Culona” y le consideraba un hombre egoísta y mezquino, resultando postergado por el régimen (PRESTON, P.: El gran manipulador. La mentira cotidiana de Franco, Barcelona, 2008).
Aprobada la nueva Constitución Española de 1978 que ponía fin a la dictadura franquista, la calle recupera su nombre, esta vez precedido de su cargo de representación que tuvo para la ciudad ALCALDE RAFAEL DÍAZ.
__________________
Fuente: "Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera
de mi libro Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el
desflorillado de la historia aruquense
No hay comentarios:
Publicar un comentario