Antes JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA, GALÁN Y
GARCÍA HÉRNANDEZ, y ACEQUIA ALTA
En la última modificación de su denominación, la calle recuperó el
antiguo nombre del viejo camino de herradura de ACEQUIA ALTA. No ofrece duda alguna su
identificación pues es la calle que a partir de la Calle Salvador Rueda
hasta la Carretera a Trasmontaña, es paralela al curso del agua de la
Acequia, encontrándose a mitad de camino uno de los lavaderes públicos
construidos por la Heredad de Aguas. En la actualidad gran parte de su recorrido
lo hace bajo las viviendas que se han construido.
Es sabido que las acequias son canales artificiales diseñados para transportar el agua desde su nacimiento, excavados en tierra o roca y con una pendiente generalmente pequeña. Es un vocablo procedente del árabe, cultura que dominaba la ingeniería hidráulica. Esta acequia fue construida en el s. XVI por la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas desde los nacientes o madres en el Barranco de la Virgen en Valsendero, derecho que fue concedido en los repartimientos, y tenía por objetivo conducir el agua desde dichos cauces naturales hasta las tierras plantadas en el primer momento con la caña de azúcar, antes llamados cañaverales, que una vez recolectada era trasladada a los trapiches e ingenios para su molienda y cocción, y así, obtener el azúcar en sus distintas variantes. El agua de las acequias fue utilizada como fuerza motriz para esta artesanal industria azucarera, y posteriormente para los molinos de trigo y gofio, e inclusive como generadora de energía eléctrica en Trasmontaña.
Aunque no ha quedado constancia exacta de su diferenciación técnica, se distinguía la Alta de la Baja, en que la segunda se construía en tierras "abancadas", con lo que se homogenizaba el cauce. A los bancales en esta tierra los conocemos como cadenas, terrazas, etc., y fueron construidos para el aprovechamiento de las laderas y rampas para destinarlas al cultivo. Los ramales de las acequias son conocidos como Sub-acequias, y tanto unas como las otras, en su recorrido eran aprovechadas por la población para lavaderos y otros usos sanitarios. No obstante la diferenciación apuntada, podría ser que la acequia Alta fuera la que llevara el agua al "herido" de un ingenio azucarero, por precisar el salto del agua de la altura para producir la fuerza hidráulica, aunque no se tienen las noticias de que existieran ingenios en su actual trazado.
Esta última tesis se sustenta en una escritura de petición de Juan de Ávila de unas tierras en la vega de Aguatona (Ingenio), del 7 de Octubre de 1552 cuando dice: «... tierras del valle del Fiscal e a la cabeçada de arriba con tierras de Diego Díaz e con la açyquia alta del yngenio e con tierras que son del fiscal que se dize los majanos ...».
En concreto esta Acequia Alta parece nació en la necesidad del Mayorazgo de de Pedro Cerón para el riego de uno de sus principales bienes, el cercado mayor llamado del Prior, después Cercado de San Sebastián, que viene a ser lo que hoy es el Parque Municipal y todo lo que se conoce como Hoya de La Campana. Hay referencias documentales de que ya en 1572 la acequia cruzaba el lugar de Arucas en dirección a Trasmontaña.
En cuanto a su importancia para la población por la que discurría, hay un acuerdo de la Junta General de 24 de enero de 1841 de la Heredad determinando que en todas las cantoneras de la acequia general se regulase la salida de este chorro por la misma medida que tiene en la cantonera de su origen. Y en la sesión general, de 10 de julio de 1842, se concreta que cuando por la acequia del Alta no vaya agua de riego, corra por ella el Chorro de San Juan, en lugar de ir por la Acequia de San Juan, para así asegurar el uso público de la población. En la cota más baja de la calle se encuentran precisamente los antiguos lavaderos para uso del vecindario, justo donde se inicia el viejo Camino de Herradura que llegaba a lo que hoy conocemos como el Árbol Bonito y que terminaba por conectar con el Camino Real del Norte en la Cruz de Pineda.
Tres han sido los heredamientos que en Arucas construyeron la gran red de acequias y cantoneras. El principal, la mencionada Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, que a mitad del s. XIX tenía cada día veinticuatro azadas de agua, que llegaban a los pagos del Cerrillo, Goleta, Trapiche, Palmitos, Trasmontaña, Montaña de Cardones, Hoya de San Juan, Cruz de Pineda, Cardonal y Costa del Bañadero. El heredamiento del Pinillo, dos azadas de agua diaria que regaban el pago de la Santidad y Montaña de Cardones. Y el de Padilla, que con ocho azadas diarias regaban el pago de San Andrés y Quintanilla (Informe del ayuntamiento al Alcalde de Las Palmas de fecha 15 de abril de 1847).
Parte de esta calle, a partir de la intersección con la actual calle Ramón y Cajal, fue rotulada durante el período republicano con el nombre de GALÁN Y GARCÍA HERNÁNDEZ, en memoria de los considerados mártires de la República. Los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández fueron protagonistas de la llamada Sublevación de Jaca del 12 de diciembre de 1930, pronunciamiento popular contra el gobierno de la última etapa de la dictadura de Primo de Rivera. Aunque fue sofocada y ambos resultaron fusilados tras un rápido juicio sumarísimo promovido por el General Berenguer, Primer Ministro y Ministro de la Guerra en la dictadura, sus efectos fueron fructuosos tras la proclamación de la Segunda República Española cuatro meses después. La sublevación se organiza por el Comité Republicano Nacional que agrega partidos políticos y sindicatos republicanos. Se inicia con la proclamación de la República desde los balcones del ayuntamiento de Jaca, y el nombramiento de la primera alcaldía republicana como símbolo de su carácter estrictamente civil. Al mismo tiempo se organizan dos columnas dirigidas por los capitanes Galán y Sediles que parten hacia Huesca.
Fracasada la sublevación, dos días después en Consejo de Guerra se condenan a morir fusilados a los capitanes Galán y García Hernández. En marzo serían juzgados y condenados un número significativo de militares por los hechos. El capitán Sediles, condenado a muerte, fue indultado ante las movilizaciones populares. Tras las elecciones del 14 de abril, la monarquía se exilia, se proclama la República y se les reconocerá como mártires.
Es sabido que las acequias son canales artificiales diseñados para transportar el agua desde su nacimiento, excavados en tierra o roca y con una pendiente generalmente pequeña. Es un vocablo procedente del árabe, cultura que dominaba la ingeniería hidráulica. Esta acequia fue construida en el s. XVI por la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas desde los nacientes o madres en el Barranco de la Virgen en Valsendero, derecho que fue concedido en los repartimientos, y tenía por objetivo conducir el agua desde dichos cauces naturales hasta las tierras plantadas en el primer momento con la caña de azúcar, antes llamados cañaverales, que una vez recolectada era trasladada a los trapiches e ingenios para su molienda y cocción, y así, obtener el azúcar en sus distintas variantes. El agua de las acequias fue utilizada como fuerza motriz para esta artesanal industria azucarera, y posteriormente para los molinos de trigo y gofio, e inclusive como generadora de energía eléctrica en Trasmontaña.
Aunque no ha quedado constancia exacta de su diferenciación técnica, se distinguía la Alta de la Baja, en que la segunda se construía en tierras "abancadas", con lo que se homogenizaba el cauce. A los bancales en esta tierra los conocemos como cadenas, terrazas, etc., y fueron construidos para el aprovechamiento de las laderas y rampas para destinarlas al cultivo. Los ramales de las acequias son conocidos como Sub-acequias, y tanto unas como las otras, en su recorrido eran aprovechadas por la población para lavaderos y otros usos sanitarios. No obstante la diferenciación apuntada, podría ser que la acequia Alta fuera la que llevara el agua al "herido" de un ingenio azucarero, por precisar el salto del agua de la altura para producir la fuerza hidráulica, aunque no se tienen las noticias de que existieran ingenios en su actual trazado.
Esta última tesis se sustenta en una escritura de petición de Juan de Ávila de unas tierras en la vega de Aguatona (Ingenio), del 7 de Octubre de 1552 cuando dice: «... tierras del valle del Fiscal e a la cabeçada de arriba con tierras de Diego Díaz e con la açyquia alta del yngenio e con tierras que son del fiscal que se dize los majanos ...».
En concreto esta Acequia Alta parece nació en la necesidad del Mayorazgo de de Pedro Cerón para el riego de uno de sus principales bienes, el cercado mayor llamado del Prior, después Cercado de San Sebastián, que viene a ser lo que hoy es el Parque Municipal y todo lo que se conoce como Hoya de La Campana. Hay referencias documentales de que ya en 1572 la acequia cruzaba el lugar de Arucas en dirección a Trasmontaña.
En cuanto a su importancia para la población por la que discurría, hay un acuerdo de la Junta General de 24 de enero de 1841 de la Heredad determinando que en todas las cantoneras de la acequia general se regulase la salida de este chorro por la misma medida que tiene en la cantonera de su origen. Y en la sesión general, de 10 de julio de 1842, se concreta que cuando por la acequia del Alta no vaya agua de riego, corra por ella el Chorro de San Juan, en lugar de ir por la Acequia de San Juan, para así asegurar el uso público de la población. En la cota más baja de la calle se encuentran precisamente los antiguos lavaderos para uso del vecindario, justo donde se inicia el viejo Camino de Herradura que llegaba a lo que hoy conocemos como el Árbol Bonito y que terminaba por conectar con el Camino Real del Norte en la Cruz de Pineda.
Tres han sido los heredamientos que en Arucas construyeron la gran red de acequias y cantoneras. El principal, la mencionada Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, que a mitad del s. XIX tenía cada día veinticuatro azadas de agua, que llegaban a los pagos del Cerrillo, Goleta, Trapiche, Palmitos, Trasmontaña, Montaña de Cardones, Hoya de San Juan, Cruz de Pineda, Cardonal y Costa del Bañadero. El heredamiento del Pinillo, dos azadas de agua diaria que regaban el pago de la Santidad y Montaña de Cardones. Y el de Padilla, que con ocho azadas diarias regaban el pago de San Andrés y Quintanilla (Informe del ayuntamiento al Alcalde de Las Palmas de fecha 15 de abril de 1847).
Parte de esta calle, a partir de la intersección con la actual calle Ramón y Cajal, fue rotulada durante el período republicano con el nombre de GALÁN Y GARCÍA HERNÁNDEZ, en memoria de los considerados mártires de la República. Los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández fueron protagonistas de la llamada Sublevación de Jaca del 12 de diciembre de 1930, pronunciamiento popular contra el gobierno de la última etapa de la dictadura de Primo de Rivera. Aunque fue sofocada y ambos resultaron fusilados tras un rápido juicio sumarísimo promovido por el General Berenguer, Primer Ministro y Ministro de la Guerra en la dictadura, sus efectos fueron fructuosos tras la proclamación de la Segunda República Española cuatro meses después. La sublevación se organiza por el Comité Republicano Nacional que agrega partidos políticos y sindicatos republicanos. Se inicia con la proclamación de la República desde los balcones del ayuntamiento de Jaca, y el nombramiento de la primera alcaldía republicana como símbolo de su carácter estrictamente civil. Al mismo tiempo se organizan dos columnas dirigidas por los capitanes Galán y Sediles que parten hacia Huesca.
Fracasada la sublevación, dos días después en Consejo de Guerra se condenan a morir fusilados a los capitanes Galán y García Hernández. En marzo serían juzgados y condenados un número significativo de militares por los hechos. El capitán Sediles, condenado a muerte, fue indultado ante las movilizaciones populares. Tras las elecciones del 14 de abril, la monarquía se exilia, se proclama la República y se les reconocerá como mártires.
Tras el golpe militar por el que se inicia la dictadura franquista, esta dos calles, en ese momento llamadas de Galán y García Hernández y de Acequia Alta, como eran prolongación de la actual calle BARRANQUILLO recibieron todas el nombre JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA, pero aún así los vecinos le siguieron llamando a todos los efectos ACEQUIA ALTA. Para no ser reiterativos, en la entrada a la calle BARRANQUILLO (calle) comentamos del mismo.
Se dio la anécdota en esos cambios de nominación tan apresurados de la dictadura franquista que el tramo de la calle de Galán y García Hernández tuvo durante tres meses el nombre de GENERAL FRANCO, dado que lo recibió en la Comisión Gestora Municipal celebrada el 2 de octubre de 1936, nombre que se daría en la siguiente sesión de 25 de diciembre del mismo año a otra calle, sin que se enmendara la anterior nominación, si bien en la práctica se sobreentiende porque no pueden haber dos calles en la misma población con igual nominación.
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Fuente: "Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera
de mi libro Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el
desflorillado de la historia aruquense
Se sabe cuando la calle Gobernador García Hernandez pasó a llamarse calle Canarias?
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