sábado, 31 de mayo de 2014

ALCALDE RAFAEL DÍAZ (Calle)


Antes GENERAL QUEIPO DE LLANO, RAFAEL DÍAZ y lugar del TABAIBAL

El tabaibal-cardonal es una formación vegetal mixta propia de las zonas bajas y costeras de las islas que puede llegar hasta los setecientos metros de altitud, en función de la topografía y orientación. Esta vegetación es de las más típicas y es tan representativa que algunas de las plantas que la integran son reconocidas como símbolo regional: cardones, dragos y verodes.

Este topónimo al uso en la antigüedad definía los espacios de realengo destinados en gran medida al pastoreo, y lo encontramos en distintos municipios de la isla de Gran Canaria. El Tabaibal aruquense es definido en 1790, en el pleito que plantea el Capitán de Milicias de Arucas Ignacio de Matos contra el Mayorazgo de Arucas sobre la titularidad de sus posesiones. Juan Bautista Descouber, Administrador del Mayorazgo, al plantear su defensa viene a decir, entre otras argumentaciones: «Que los bienes del Mayorazgo proceden de los repartimientos de la Isla después de su conquista y que siempre lindaron con bienes particulares y no con terrenos realengos, no existiendo en Arucas más propiedades de esta índole que la Dehesa, propiedad del Cabildo de la Isla, y el Tabaibal, dado a los vecinos de Arucas para la construcción de casas en 1740, como certificó el propio Matos en su pericia del año 1779, ordenada por la Real Audiencia y presentada a su Oidor, Don Francisco Carbonell del Rosal» (CABALLERO MUJICA,F.: Pedro Cerón y el mayorazgo de Arucas, Las Palmas de G.C., 1973, p. 170), lo cual era así conforme con las ordenanzas del Cabildo General de 1531 y las licencias reales concedidas incluidas en el Libro Rojo de Gran Canaria (CULLEN DEL CASTILLO, P.: ... o Gran Libro de Provisiones y Reales Cédulas, Las Palmas de G.C., 1947).

Según esta definición, teniendo en cuenta que el primitivo TABAIBAL de Arucas tenía por lindes: al Oeste, las propiedades del Mayorazgo y al Sur, las del Vínculo de Mirón, de donde puede decirse que ocupaba falda meridional de la Montaña, concretamente el Norte y Este del actual territorio urbano que progresivamente fue poblándose. En consecuencia, en julio de 1928 el lugar del TABAIBAL, no urbanizado y no construido, aparecía discontinuo y debiera estar:

— al Norte y Noroeste de la calle Cerera, o lo que es lo mismo, la ladera meridional de la montaña de Arucas que aún no estaba construida, ni urbanizada, donde luego surgiría esta calle, y que para su conexión con la anterior ya se decía en esta época en un informe municipal «... la apertura hasta la de Tabaibal, traería consigo la desaparición de varias casas y callejones que constituyen hoy una vergüenza porque presentan caracteres de verdaderas pocilgas, enclavadas dentro de la población... » (JESÚS Y VELEZ-QUESADA, P.P.: Arucas, hombres y hechos, Las Palmas de G.C., 1984, p. 172);

— y todo el territorio que quedaba en la margen Norte de la calle Muñoz, que sería después Marqueses de Arucas, también ladera meridional y naciente de la montaña, en parte conocida como el Pedregal, después popularmente por El Grupo, hasta el límite del Camino Real de la Hoya de San Juan, conocido como El Terrero, hoy calle Juan de Dios Martín. Al Este de este último camino, después calle, lo que queda son los territorios de los dos antiguos ingenios de Juan de Aríñez y de Lope Sosa, cuyas inmediaciones estaban ya pobladas o cultivadas.

En cualquier caso, de forma aislada pudo haber alguna construcción doméstica o cuevas de habitación, pero su urbanización y construcción de forma generalizada la impulsó Rafael Díaz Batista, primer alcalde de la II República elegido en abril de 1931 hasta su fallecimiento el 4 de octubre del mismo año, quien también presidía la Federación Obrera, y que inició el primer proyecto de pavimentación de esta calle, que resolvía el enlace de la calle Cerera con el camino a Trasmontaña a través del antiguo Tabaibal. Tuvo tan notable preocupación por la situación de las calles de la población que interesó de la Comisión de Fomento un informe sobre las obras necesarias de pavimentación. Tras su fallecimiento la Corporación le reconocería sus méritos dando su nombre RAFAEL DÍAZ a la calle.

Con la sublevación militar de 18 de julio de 1936, se inicia la dictadura franquista para que esta calle y la calle Cerera con la que enlaza a partir de la intersección con el Pasaje General Palafox, son rotuladas ambas como GENERAL QUEIPO DE LLANO, en homenaje a Gonzalo Queipo de Llano y Sierra (Tordesillas, 1875 - Sevilla, 1951), teniente general del arma de Caballería, fue siempre un crítico con excesos de protagonismo. Educado en un seminario, combatió en la Guerra de Cuba y en la Guerra del Rif, ascendiendo a general de brigada en 1923. Aunque apoyó en un principio al dictador General Miguel Primo de Rivera, sus críticas hacia su política provocaron su postergamiento y trasladado a la reserva en 1928.

Conspiró para derribar la monarquía de Alfonso XIII y dirigió la Cuartelada de Cuatro Vientos, lo que le obligó a exiliarse en Portugal. Proclamada la República, fue nombrado Capitán General de Madrid e Inspector General del Ejército, contribuyendo de forma fundamental al éxito de las reformas militares de Manuel Azaña. Con posterioridad fue nombrado Jefe del Cuarto Militar del presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, del que llegaría a ser consuegro, hasta que renunció en 1933 a raíz de las críticas recibidas por una serie de injerencias suyas en la vida política.

Tras la destitución de Alcalá Zamora, fue junto con los generales Mola y Sanjurjo uno de cabecillas principales del golpe militar contra el gobierno de la Segunda República que originó la Guerra Civil Española. Dirigió el golpe militar en Sevilla, uno de los baluartes frente populistas, e inició una fuerte represión que ocasionó solamente en Sevilla en el periodo comprendido entre el 18 de julio de 1936 y enero de 1937 la muerte de 111.028 personas. Se destacó por su uso de la radiodifusión como medio de guerra psicológica, con sus famosas charlas a través de Unión Radio Sevilla. El 26 de julio de 1936 proclamó: «...os digo que a todo afeminado o invertido que lance alguna infamia o bulos alarmistas contra este movimiento nacional tan glorioso, lo matéis como a un perro...», y así se cumplió con Federico García Lorca, y con muchos más, incluso fusilando en Castilleja del Campo a mujeres embarazadas en el momento de dar a luz, y cuando le dieron el tiro de gracia a la madre, mataron al recién nacido a culatazos (PRESTON, P.: El holocausto español, Navarra, 2011, p. 216).

Nombrado Jefe del Ejército del Sur, asumió el gobierno militar y civil, y a lo largo de la guerra actuó con casi total independencia, lo que llevó a ser conocido como el Virrey de Andalucía. Ascendido a teniente general y condecorado con la Laureada de San Fernando tras su triunfo en la Guerra Civil, llamaba a Franco “Paca la Culona” y le consideraba un hombre egoísta y mezquino, resultando postergado por el régimen (PRESTON, P.: El gran manipulador. La mentira cotidiana de Franco, Barcelona, 2008).

Aprobada la nueva Constitución Española de 1978 que ponía fin a la dictadura franquista, la calle recupera su nombre, esta vez precedido de su cargo de representación que tuvo para la ciudad ALCALDE RAFAEL DÍAZ.

__________________

Fuente: "Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera de mi libro  Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el desflorillado de la historia aruquense
 

ALCALDE MATEO DE MATOS QUINTANA (Calle)

Antes QUINTANA

Esta calle peatonal, antiguo callejón por el que se llegaba desde la Acequia Alta al antiguo Tabaibal en la ladera meridional de la montaña, hoy interrumpida por la construcción de la Fábrica La Isleña, quebrándose varias veces hasta encontrarse con la calle Sor Cándida Suárez, conserva aún hoy la comunicación aérea que se daba en viviendas de planta alta a través de una balconada de madera. Las antiguas viviendas de planta baja, algunas modificadas posteriormente con la construcción de la planta alta, datan de la primera mitad del s. XIX. La estrechez de la calle y sus construcciones conservan el entonces Lugar de callejuelas y callejones en este contorno urbano.

Su antigua denominación QUINTANA, obedece a la histórica costumbre de nominar a las calles por los apellidos que en la antigüedad se mencionaban de forma aleatoria, y tanto la anterior, como la actual corresponden a la memoria del mismo ALCALDE MATEO DE MATOS QUINTANA. Fue nombrado Alcalde Real de 1800 a 1807, y elegido después primer Alcalde Constitucional tras las Cortes de Cádiz de 1812 a 1813.

En su primer mandato, tuvo lugar el Motín de 1800 ante una escasez de grano toma la decisión y ordena se vendieran igualmente los granos de los Marqueses del Buen Suceso, residentes en Madrid e ignorantes de las necesidades de la población aruquense, y además pone a la venta los suyos a precios razonables.

Eran tiempos de hambre, agudizada por la guerra de España con Inglaterra, y Canarias soportaba el cierre de los mares, de forma que lo único que llegaba a las Islas, era de África. No llegaban barcos de Europa, salvo los neutrales, escaseaba el trigo y la cebada.

Los de siempre, en nuestro caso el Mayorazgo del Buen Suceso, especulaban fuertemente con el precio del grano, y en pocos días, el precio de la fanega de trigo pasaba de cinco pesos y medio a doce pesos, y después a catorce pesos. La cebada, menos demandada, pasaba de cinco a seis pesos. Se aprovechaban también del antiguo y permanente enfrentamiento entre el Regimiento y la Audiencia, uno defendía sus derechos, y la Audiencia trataba de defender los de todos.

Hasta en tres ocasiones un mes antes del motín del 5 de mayo, el Alcalde Mateo de Matos a través de los Diputados de Abastos de Arucas demandaban de la Audiencia que el administrador del Mayorazgo «vendiese sus granos al precio corriente y dinero constante»; la Audiencia estimaba la demanda «viendo que la libertad del cosechero havía traspasado con enorme exceso los límites de la equidad y justicia», pero el Gobernador de Tropa se oponía a su venta porque ya lo tenía comprado para la tropa. Además del hambre, se sufría el poder de los ricos para especular y el contrapoder del Regimiento frente a la Audiencia.

No era suficiente pagar el precio corriente y en dinero constante, ni que la Audiencia se pusiera de parte. Ni que el Alcalde Real y los Diputados de Arucas demandaran la venta del grano. Era como decía un pasquín, los insaciables hacendados y la tiranía del poder de la milicia lo que obligaba a morir de hambre. Pero cuando se llega a un punto donde comienza la estrecha línea entre la justicia y la cruel injusticia, todo se desborda.

Inevitable que fuera el motín, convocados los vecinos al toque de caracola «A las once de la noche bajaban por las caminos que conducen desde los barrios de La Goleta y del Cerrillo una multitud de gentes con sus caras enmascaradas y armados de garrotes, introduciéndose por las calles de Arucas produciendo con sus voces de queja gran alboroto, lo que hizo que el Alcalde Real, Don Mateo de Matos, se decidiera a intervenir con su autoridad para cortar el motín y en unión del Oficial de Armas, Don Ignacio de Matos y del Señor Cura Párroco y de algunos milicianos que se pudieron recoger al paso, se fueron hacia los amotinados que se dirigían al domicilio de Don Francisco González encargado del granero e informado de su pretensiones para que se les vendiera el trigo almacenado en tal granero, les prometió que al día siguiente serían atendidas».

Algunas crónicas manifiestan que tras la monarquía absolutista de Fernando VII, abandona el cargo y es denunciado por el marquesado del Buen Suceso, siendo arrestado en el Castillo de La Luz. Tras evadirse, hipoteca sus propiedades y obtiene un préstamo del comerciante Francisco Rosalie Gourié David, para desplazarse a Madrid en defensa de su actuación como Alcalde, pero arruinado decide no volver a Canarias (JESÚS Y VELEZ-QUESADA, P.P.: Arucas, hombres y hechos, Las Palmas de G.C., 1984, p. 430. y ZAMORA SÁNCHEZ, J.: La Obra del Cronista, compilación de Juan Zamora Maldonado, Las Palmas de Gran Canaria, 2003, p. 284).

Contrasta la anterior con otra conocida y documentada (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Tesis Doctoral ULPGC, 1987, p. 696, nota 26), que tiene aún más relevancia social que dice: «Con posterioridad sólo se registra el caso de Arucas en 1813 contra el alcalde don Mateo Ignacio de Matos por "suponerles desobedientes a las ordenes superiores y formandoles causas de asonada, lo que se da en perjuicio de todo el vecindario por calumniarle de tan feo delito". A resultas de estos hechos y acusaciones el alcalde es apresado el 25 de agosto de 1813 y, aunque el Alcalde Mayor por auto de 1 de abril de 1814 le absuelve de toda culpa, la Audiencia revoca este auto y le condena, el 23 de junio de 1814, a las costas y a 2 años de destierro de Arucas».

Puede que las confusas crónicas y la información contrastada concurran en este caso. Su salida del castillo puede no fuera por evasión, sino la revocación de sentencia por la causa de asonada; y que para su destierro de dos años se viera en la necesidad de hipotecar sus bienes para subsistir, además de los pagos que comportaría tratar de que en la Capital del Reino se reabriera su causa para la total absolución, además de las costas de un larguísimo pleito. Al no haberlo conseguido quedaría arruinado, adjudicándose sus bienes el prestamista Francisco Rosalie Gourié David.

Nada salvó al Alcalde, ni siquiera el crudo relato del padecer de las gentes dado por un testigo en el pleito: «Ques más que notoria la necesidad que ha padecido y padece este Pueblo; en terminos que sus vecinos en su mayor parte se han estado manteniendo con yerbas y afrecho tostado haviendo muchísimos que no comían gofio ni pan muchos meces, dandoles accidentes de la mucha necesidad y hambre que tenían, sin que pudiesen trabajar de resultas de ello».

Le venía de sangre su defensa de la justicia social en su pueblo por el Alcalde Mateo de Matos Quintana. Era hijo del el Capitán de Milicias Ignacio de Matos Ponce, que fue Alcalde Real de Arucas desde 1770 a 1774, más de quince años antes de plantear el pleito al Mayorazgo de Pedro Cerón por apropiación de muchas tierras que «pertenecen a S.M. y a la República del Pueblo de Arucas, como vecinos, para edificar y adelantamiento de la población, a que era su destino y proporción y otros a S.M. y repartimientos entre los vecinos el árbitro lo tuviere a bien» desde su privilegiada posición que «era un sujeto de tanta recomendación y autoridad en estas islas, cual es la de Comandante General, que tomaba cuantos terrenos le brindaba la suerte y ocasión con sus mismas facultades».

También perdería su padre otra causa de justicia social dado que la demanda sería desestimada por la Audiencia, que ya había sentado precedentes jurídicos que se sustentaban en la Real Cédula de 10 de octubre de 1615 dictada para amparar los abusos cometidos en los años posteriores a la Conquista, algo así como una amnistía general a las apropiaciones que de lo público hicieron los conquistadores.


__________________

Fuente: "Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera de mi libro Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el desflorillado de la historia aruquense

ALCALDE HENRÍQUEZ PITTI (Calle)


Antes DEFENSORES DEL ALCÁZAR y PASEO DE LA LIBERTAD

Esta calle tiene su origen en la compraventa el 26 de mayo de 1908 cuando la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas adquiere el solar en El Mirón para la construcción de su sede con planos del Arquitecto Fernando Carmelo Navarro Pérez, que se terminó de construir el año 1912. La construcción del edificio de la Heredad facilitó la apertura de esta nueva calle hacia la nueva zona urbana de El Mirón que ha ido consolidándose por calles paralelas hasta nuestros días.

Por esta calle de tierra apisonada debieron discurrir los carros y primeras camionetas que llevaban la piedra que se extrajo de la desaparecida Cantera de El Mirón, justo detrás del edificio de la Heredad, con destino a la construcción de la nueva Iglesia de San Juan Bautista, pues fue el mayor proveedor. Posiblemente su condición de calle polvorienta por este trasiego influyó en la no existencia de fachadas con acceso directo a la misma en el primer tramo de la calle, el más antiguo.

Con la proclamación de la Segunda República y la aprobación de la Constitución de la República Española de 1931 sería rotulada PASEO DE LA LIBERTAD, aunque abarcaba también en aquellos tiempos el camino de tierra, la hoy calle Alcalde Suárez Franchy, en recuerdo de quien siendo alcalde falleció el 14 de mayo de 1948 a los 37 años de edad. El concepto de libertad fue una importante conquista social. España es definida como «una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y Justicia», hacía compatible la unidad del Estado y la autonomía de los municipios y regiones. Se renunciaba al uso de la guerra como instrumento político y garantizaba el sufragio universal para hombres y mujeres mayores de 23 años conforme a las leyes.

Se alcanzaba con la misma cotas hasta ese momento no imaginadas, y así reconocía la libertad religiosa, de expresión, reunión, asociación y petición; el derecho de toda persona a dirigir una petición al gobierno, el derecho de libre residencia y de circulación y de elección de profesión, inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia, igualdad ante la justicia, protección a la familia, derecho al divorcio, derecho al trabajo, derechos a la cultura y la enseñanza; y se suprimía todo privilegio de clase social y de riqueza, lo que equivalía a anular la nobleza como entidad jurídica.

El 18 de julio de 1936 se producía la sublevación militar que acabaría con la República en 1939. Tras la Dictadura Franquista se inician los cambios de rótulos de muchas calles de la ciudad para enaltecer sus valores, y así esta calle, en contraposición al nombre anterior, es rotulada como DEFENSORES DEL ALCÁZAR, recordando a los golpistas, militares y paramilitares que se amotinaron y defendieron utilizando escudos humanos. Aproximadamente ochocientos hombres de la Guardia Civil, ocho cadetes de la Academia de Infantería, uno de la de Artillería y ciento diez paramilitares civiles, bajo el mando del coronel Moscardó, se tomaron la extraña libertad de no entregar la munición de la Fábrica de Armas de Toledo al legal Gobierno de la República que la precisaba para defender la Constitución aprobada. Los mismos que durante el acoso utilizaron como "escudos humanos" a cientos de rehenes no combatientes, principalmente mujeres y niños, que les obligaban a quedarse junto a las ventanas.

Como el ejército de Madrid se sublevó contra la República, se movilizaron milicianos gubernamentales del Frente Popular y comenzaron en Toledo su asedio sobre los sublevados el 21 de julio de 1936, pero tuvieron que desistir el 27 de septiembre, tras la llegada del Ejército de África al mando del general José Enrique Varela, que dejaron mucha sangre en sus calles.

Los mismos que resistieron Defensores del Alcázar jadearon el paso de los Regulares de Ben Mizzian (Mohammed ben Mizzian, Nador 1897 - Madrid 1975, militar de los ejércitos de Marruecos y España) bajo el mando del General Varela por los barrios de la ciudad de Toledo, que impidieron durante dos días la entrada de los periodistas extranjeros que luego verían grandes charcos de sangre coagulada en el pavimento de sus calles (PRESTON, P.: El holocausto español, Navarra, 2011, p. 453). Así lo cantaba el cronista jesuita Alberto Risco «Con el aliento de la venganza de Dios sobre las puntas de sus machetes, persiguen, destrozan, matan... Y embriagados ya con la sangre, la columna avanza ...» (Obra citada, p. 452).

Aprobada la nueva Constitución Española de 1978 que ponía fin a la dictadura franquista, la calle recibe el nombre de ALCALDE HENRÍQUEZ PITTI, en recuerdo de José Henríquez Pitti, alcalde entre los años 1945 y 1959, que concentró su esfuerzo en la construcción del que fuera llamado Parque Franco -hoy Parque de La Paz-, el Grupo Escolar Generalísimo y la compra de un pozo en Madrelagua para solucionar el agua de abasto público, que años más tarde se secaría por no adquirirse los derechos circundantes.

Inició también un largo proceso para la adquisición del parque municipal conocido como Jardín de Gourié. En la sesión extraordinaria de 23 de abril de 1946 la Corporación municipal por él presidida aprobó el proyecto del ingeniero José Luis Jiménez relativo a la urbanización parcial del casco de Arucas en la zona conocida por Jardín de Gourié, teniendo por objeto la conservación de dicha zona con destino a parque municipal, así como el edificio que en él existía que será destinado a fines públicos. El 31 de octubre de aquel año el proyecto fue aprobado definitivamente y declarado de utilidad pública.

Dos años después, el 30 de marzo de 1948 se informaba de la expropiación de dos parcelas de un total de 1.042 metros cuadrados a los herederos de Severino de Armas Gourié, por importe de 23.525 pesetas. Un mes después, se negocia con los expropiados y aceptan la oferta de los propietarios para la adquisición del resto de la finca por el precio de 167.474 pesetas, siendo la superficie total de las parcelas adquiridas de 4.699 metros cuadrados (ALMEIDA PÉREZ, R. y HERNÁNDEZ PADRÓN, A.: "El Parque Municipal de Arucas", Revista Rincones del Atlántico, n. 3, 2006).

Es así como la principal zona arbolada de los jardines de la familia Armas Gourié, el sector lindante con la calle Francisco Gourié y antigua carretera del Norte, pasaba a dominio público, incluidos los terrenos donde habría de construirse a mediados de los años sesenta la planta baja del parque. El 23 de junio de 1948 el párroco Francisco Hidalgo bendijo los jardines recién comprados, convertidos ahora en Jardín Municipal procediéndose a su inauguración del recinto.

El proyecto de adquisición y habilitación total de los Jardines de Gourié sería completado por los siguientes alcaldes: Francisco Ferrera Rosales que en 1964 aprueba la pavimentación y reforma de la parte baja del jardín, y, en 1970-1971 adquiere dos parcelas más; y Manuel F. Pérez y Pérez en 1976 adquiere la casa de Gourié y el resto de los jardines.

__________________

Fuente: "Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera de mi libro Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el desflorillado de la historia aruquense

ACEQUIA ALTA (Calle)


Antes JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA, GALÁN Y GARCÍA HÉRNANDEZ, y ACEQUIA ALTA
En la última modificación de su denominación, la calle recuperó el antiguo nombre del viejo camino de herradura de ACEQUIA ALTA. No ofrece duda alguna su identificación pues es la calle que a partir de la Calle Salvador Rueda hasta la Carretera a Trasmontaña, es paralela al curso del agua de la Acequia, encontrándose a mitad de camino uno de los lavaderes públicos construidos por la Heredad de Aguas. En la actualidad gran parte de su recorrido lo hace bajo las viviendas que se han construido.
 

Es sabido que las acequias son canales artificiales diseñados para transportar el agua desde su nacimiento, excavados en tierra o roca y con una pendiente generalmente pequeña. Es un vocablo procedente del árabe, cultura que dominaba la ingeniería hidráulica. Esta acequia fue construida en el s. XVI por la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas desde los nacientes o madres en el Barranco de la Virgen en Valsendero, derecho que fue concedido en los repartimientos, y tenía por objetivo conducir el agua desde dichos cauces naturales hasta las tierras plantadas en el primer momento con la caña de azúcar, antes llamados cañaverales, que una vez recolectada era trasladada a los trapiches e ingenios para su molienda y cocción, y así, obtener el azúcar en sus distintas variantes. El agua de las acequias fue utilizada como fuerza motriz para esta artesanal industria azucarera, y posteriormente para los molinos de trigo y gofio, e inclusive como generadora de energía eléctrica en Trasmontaña.

Aunque no ha quedado constancia exacta de su diferenciación técnica, se distinguía la Alta de la Baja, en que la segunda se construía en tierras "abancadas", con lo que se homogenizaba el cauce. A los bancales en esta tierra los conocemos como cadenas, terrazas, etc., y fueron construidos para el aprovechamiento de las laderas y rampas para destinarlas al cultivo. Los ramales de las acequias son conocidos como Sub-acequias, y tanto unas como las otras, en su recorrido eran aprovechadas por la población para lavaderos y otros usos sanitarios. No obstante la diferenciación apuntada, podría ser que la acequia Alta fuera la que llevara el agua al "herido" de un ingenio azucarero, por precisar el salto del agua de la altura para producir la fuerza hidráulica, aunque no se tienen las noticias de que existieran ingenios en su actual trazado.

Esta última tesis se sustenta en una escritura de petición de Juan de Ávila de unas tierras en la vega de Aguatona (Ingenio), del 7 de Octubre de 1552 cuando dice: «... tierras del valle del Fiscal e a la cabeçada de arriba con tierras de Diego Díaz e con la açyquia alta del yngenio e con tierras que son del fiscal que se dize los majanos ...».

En concreto esta Acequia Alta parece nació en la necesidad del Mayorazgo de de Pedro Cerón para el riego de uno de sus principales bienes, el cercado mayor llamado del Prior, después Cercado de San Sebastián, que viene a ser lo que hoy es el Parque Municipal y todo lo que se conoce como Hoya de La Campana. Hay referencias documentales de que ya en 1572 la acequia cruzaba el lugar de Arucas en dirección a Trasmontaña.

En cuanto a su importancia para la población por la que discurría, hay un acuerdo de la Junta General de 24 de enero de 1841 de la Heredad determinando que en todas las cantoneras de la acequia general se regulase la salida de este chorro por la misma medida que tiene en la cantonera de su origen. Y en la sesión general, de 10 de julio de 1842, se concreta que cuando por la acequia del Alta no vaya agua de riego, corra por ella el Chorro de San Juan, en lugar de ir por la Acequia de San Juan, para así asegurar el uso público de la población. En la cota más baja de la calle se encuentran precisamente los antiguos lavaderos para uso del vecindario, justo donde se inicia el viejo Camino de Herradura que llegaba a lo que hoy conocemos como el Árbol Bonito y que terminaba por conectar con el Camino Real del Norte en la Cruz de Pineda.

Tres han sido los heredamientos que en Arucas construyeron la gran red de acequias y cantoneras. El principal, la mencionada Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, que a mitad del s. XIX tenía cada día veinticuatro azadas de agua, que llegaban a los pagos del Cerrillo, Goleta, Trapiche, Palmitos, Trasmontaña, Montaña de Cardones, Hoya de San Juan, Cruz de Pineda, Cardonal y Costa del Bañadero. El heredamiento del Pinillo, dos azadas de agua diaria que regaban el pago de la Santidad y Montaña de Cardones. Y el de Padilla, que con ocho azadas diarias regaban el pago de San Andrés y Quintanilla (Informe del ayuntamiento al Alcalde de Las Palmas de fecha 15 de abril de 1847).

Parte de esta calle, a partir de la intersección con la actual calle Ramón y Cajal,  fue rotulada durante el período republicano con el nombre de GALÁN Y GARCÍA HERNÁNDEZ, en memoria de los considerados mártires de la República. Los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández fueron protagonistas de la llamada Sublevación de Jaca del 12 de diciembre de 1930, pronunciamiento popular contra el gobierno de la última etapa de la dictadura de Primo de Rivera. Aunque fue sofocada y ambos resultaron fusilados tras un rápido juicio sumarísimo promovido por el General Berenguer, Primer Ministro y Ministro de la Guerra en la dictadura, sus efectos fueron fructuosos tras la proclamación de la Segunda República Española cuatro meses después. La sublevación se organiza por el Comité Republicano Nacional que agrega partidos políticos y sindicatos republicanos. Se inicia con la proclamación de la República desde los balcones del ayuntamiento de Jaca, y el nombramiento de la primera alcaldía republicana como símbolo de su carácter estrictamente civil. Al mismo tiempo se organizan dos columnas dirigidas por los capitanes Galán y Sediles que parten hacia Huesca.
 

Fracasada la sublevación, dos días después en Consejo de Guerra se condenan a morir fusilados a los capitanes Galán y García Hernández. En marzo serían juzgados y condenados un número significativo de militares por los hechos. El capitán Sediles, condenado a muerte, fue indultado ante las movilizaciones populares. Tras las elecciones del 14 de abril, la monarquía se exilia, se proclama la República y se les reconocerá como mártires.

Tras el golpe militar por el que se inicia la dictadura franquista, esta dos calles, en ese momento llamadas de Galán y García Hernández y de Acequia Alta, como eran prolongación de la actual calle BARRANQUILLO recibieron todas el nombre JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA, pero aún así los vecinos le siguieron llamando a todos los efectos ACEQUIA ALTA. Para no ser reiterativos, en la entrada a la calle BARRANQUILLO (calle) comentamos del mismo.

Se dio la anécdota en esos cambios de nominación tan apresurados de la dictadura franquista que el tramo de la calle de Galán y García Hernández tuvo durante tres meses el nombre de GENERAL FRANCO, dado que lo recibió en la Comisión Gestora Municipal celebrada el 2 de octubre de 1936, nombre que se daría en la siguiente sesión de 25 de diciembre del mismo año a otra calle, sin que se enmendara la anterior nominación, si bien en la práctica se sobreentiende porque no pueden haber dos calles en la misma población con igual nominación.


__________________

Fuente: "Calles con historia como Penny Lane", Parte Tercera de mi libro Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital 2012 - MDC Silencios rotos : el desflorillado de la historia aruquense